Más que la enciclopedia a la que alude su título, esta novela gráfica es una epopeya. El relato épico, que bebe de cuantas fuentes puedan imaginar, sobre cómo un joven venido del Norte se cruzó en los mares antárticos con una joven del Polo Sur y sobre cómo esos dos seres llamados a fundirse en uno solo se encontraron separados por una misteriosa alteración electromagnética.
Tal vez la explicación de un fenómeno tan poco habitual, que dos polos llamados a atraerse se repelan pese a todos sus intentos par unirse, se encuentre en los orígenes de él. Porque hubo un tiempo en el que el joven fue un niño que se disputaron tres hermanas. Y la intervención de un «hombre medicina» pareció resolver el enfrentamiento. Sin embargo, el arreglo fue en falso. Un error difícil de reparar porque en el proceso se perdió una parte del alma del héroe que no buscaba serlo y que, empujado par la falta, no tuvo mas remedio que lanzarse en busca de su fracción de ánima.
Con La enciclopedia de la Tierra Temprana, su primera novela gráfica, Isabel Greenberg logró impresionar el pasado año a la crítica británica, que no dudó en concederle el premio a la mejor obra de 2014. Un éxito que se basa tanto en la riqueza de ideas y personajes puestos en juego como en los múltiples matices de una historia de corte fundacional. Todo ello narrado con un peculiar estilo, de impronta xilográfica, que utiliza la ingenuidad aparente para comunicar esencias que están muy lejos de ser resultado de una mirada naif sobre el mundo y los seres humanos.

Por Eugenio Fuentes