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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Oso»

La escritora canadiense Marian Engel (1933-1985), en su preciosa novela Oso, nos cuenta el viaje (iniciático) de Lou, una archivera de 27 años que vive como un topo durante el invierno escarbando entre mapas y manuscritos. Se dirige hacia una mansión victoriana situada en una remota isla canadiense, propiedad conocida con el nombre de Pennarth, situada al norte de Ontario.

La escritora canadiense Marian Engel (1933-1985), en su preciosa novela Oso, nos cuenta el viaje (iniciático) de Lou, una archivera de 27 años que vive como un topo durante el invierno escarbando entre mapas y manuscritos. Se dirige hacia una mansión victoriana situada en una remota isla canadiense, propiedad conocida con el nombre de Pennarth, situada al norte de Ontario.

Dicha propiedad es parte de la donación que un tal Coronel Jocelyn Cary legó al Instituto Histórico donde trabaja Lou. El material, por tanto, según debería creer Cary, podía ser interesante por su valor histórico o literario.

El 15 de mayo, Lou parte hacia la isla cuya tierra “era un frenesí de verde reciente” con la misión de investigar y descubrir los años en que el Coronel vivió en la isla. Sólo llegar, la solitaria e introvertida bibliotecaria escribe al director del instituto una postal en la que dice: “tengo la extraña sensación de haber vuelto a nacer”. En la isla de Cary, Lou, inmersa en una autentica soledad, vivirá en una casa octogonal, con una sala llena de libros, y pasará sus horas libres en compañía de un oso: la idea le parece maravillosamente isabelina y exótica.

Las únicas noticias que tiene sobre el oso son fruto del azar, de las numerosas anotaciones de la Coronel (sí, es una mujer), extraídas de mitos, leyendas y cuentos populares. Son fichas que caen sueltas de entre los libros y cartas viejas.

La prosa de Engel es delicada, musculosa y transgresora; su voz lírica, dividida en pequeños capítulos, atrapa al lector con su extravagante e indecoroso relato, lleno de ironía y humor, sobre el despertar sexual de una mujer que vive sumergida en su trabajo, y descubre el erotismo a través de una relación amorosa con un oso, relación, sutil y compleja, que la lleva no solo a sentirse exquisitamente feliz sino a sentir integrada su propia personalidad.

La casa octogonal, la biblioteca y el oso serán fundamentales para la experiencia de Lou. Engel concluye el libro con una referencia, nada casual, a la Osa Mayor, que luce, acompañada de sus treinta siete mil vírgenes, en una noche brillante.

Por Carme Miró