cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Reseña de «Vuelo estático», de Jaan Kross

«En Vuelo estático (1998), novela de madurez, su país sigue presente aunque es más fuerte el peso autobiográfico. Se narra la vida de Ullo Paerand, un hombre de sobresaliente memoria que se ve obligado a sobrevivir ejerciendo profesiones tan dispares como las de periodista deportivo, fabricante de maletas o miembro del gabinete del primer ministro.»

Jaan Kross (1920-2007) es un escritor de referencia de las letras estonias. En castellano conocíamos las traducciones de sus excelentes novelas El loco del zar (1978: ver Aceprensa, 20-01-1993), donde el protagonista es declarado demente por criticar el régimen zarista, y por La partida del profesor Martens
(1984: ver Aceprensa, 20-12-1995), en la que un diplomático rendido al poder hace balance de su vida. Son dos novelas con fuerte contenido histórico y muy ligadas a la convulsa historia estonia del siglo XX.

En Vuelo estático (1998), novela de madurez, su país sigue presente aunque es más fuerte el peso autobiográfico. Se narra la vida de Ullo Paerand, un hombre de sobresaliente memoria que se ve obligado a sobrevivir ejerciendo profesiones tan dispares como las de periodista deportivo, fabricante de maletas o miembro del gabinete del primer ministro. Jaak Sirkel, el narrador, trasunto del propio Kross, cuenta la vida de Ullo e intercala paralelamente cosas propias. El libro lo componen las entrevistas de Sirkel a Paerand, las especulaciones y recuerdos del primero y algún documento original redactado por Ullo, que el biógrafo transcribe.

Paerand, otro personaje de Kross disidente del orden establecido, no resulta tan extraordinario como los protagonistas de las dos novelas anteriores mencionadas, y lo vemos más como personificación de un colectivo. El libro cuenta la historia de toda una generación que asistió impotente a la lucha por la independencia de su país ante las sucesivas ocupaciones de diversas potencias extranjeras. Se trata de un relato que recoge el drama nacional de una colonización cuyo epicentro se sitúa en 1944, cuando el país pasa de manos alemanas a rusas.

Por Javier Cercas Rueda.