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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Asesinato en la catedral», de Edmund Crispin

Ahora mismo siento la nostalgia del lector que quiere que un libro termine y a la vez está deseando que sea eterno. Ésta es la mejor señal para aconsejar una lectura.

En el blog ya hemos hablado con anterioridad de las novelas del detective inglés Gervase Fen con El misterio de la mosca dorada. Cada publicación de esta saga me llena de alegría y aunque tenga mil libros pendientes en la mesilla de noche no puedo evitar saltarme todo el orden establecido y comenzar con este placer tan británico.

El quisquilloso profesor y detective aficionado Gervase Fen ha abandonado durante el verano su amada Universidad de Oxford para acudir al pueblo costero de Tolnbridge, donde planea pasar tranquilamente sus vacaciones. Va armado con una red para insectos, ya que piensa dedicarse al arte de la entomología. Pero la calma y el sosiego duran poco. La villa está consternada por el misterioso asesinato del organista de la catedral. El músico en cuestión no tenía ningún enemigo conocido y su labor en la iglesia era inofensiva, así que la policía no es capaz de dar con un sospechoso. ¿Se tratará acaso de la conspiración de unos espías alemanes? ¿O tal vez de la consecuencia de los aquelarres que, según se rumorea, llevan practicándose por esos lares desde el siglo XVII?

En estas novelas el detective es lo de menos. A lo largo de las primeras cien páginas no lo echamos de menos sino que disfrutamos con los secundarios que se convierten en protagonistas en cada una de las novelas. Suele haber siempre un personaje en ellas que destaca y nos lleva a través de la investigación y el asombro con la perspicacia de Fen. En este caso nos encontramos con un organista al que este peculiar detective aficionado ha pedido que viaje a una tranquila villa para sustituir al organista oficial que ha sido asesinado.
Cuando llega nos encontramos con una gran número de personajes, con más misterios, más asesinatos y comienzan las pertinentes rondas de interrogatorios, pistas, coartadas…un clásico de este tipo de novelas pero regado con un humor tan británico que te parece estar metido dentro de un cottage releyendo a Shakespeare.

Esta nueva entrega no me ha decepcionado en absoluto. Me ha enganchado totalmente y me ha entusiasmado. En esta ocasión además aparecen ciertos misterios adicionales como el espionaje alemán dentro de la villa, la afición a las misas negras y la información sobre los procesos contra las brujas en Inglaterra. Muy, muy entretenido.

Espero poder seguir disfrutando de la reedición de estos libros, que Impedimenta no se olvide de Edmund Crispin y nos queden muchos por delante. Ahora mismo siento la nostalgia del lector que quiere que un libro termine y a la vez está deseando que sea eterno. Ésta es la mejor señal para aconsejar una lectura.