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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Libros para regalar estas Navidades (2016-2017)

No, las mujeres de los cuentos de hadas no son solo las princesas en apuros de las películas (antiguas) de Disney. Esta antología reivindica la extraordinaria riqueza de los personajes femeninos.

Tan poca vida, de Hanya Yanagihara. Novela épica sobre algo tan íntimo como las emociones de cuatro hombres a lo largo de décadas. Dura, intensa, conmovedora. Nadie sale indemne de su lectura, pero ¡cómo libera esa catarsis!

Tú no eres como otras madres, de Angelika Schrobsdorff. La vida de una mujer que, en los felices años veinte, eligió ser fiel a sí misma ante todo y huir de las convenciones. Narrada de forma excepcional por su propia hija.

Las sillitas rojas, de Edna O’Brien. Una novela que enlaza el viejo costumbrismo irlandés con la multiculturalidad contemporánea a través de la historia de una mujer infelizmente casada que aprende a superarse a sí misma.

Basada en hechos reales, de Delphine de Vigan. El bloqueo de una escritora, una amistad tóxica, la invasión de la intimidad. Una novela deliciosamente ambigua, perversa, adictiva. Sí, la ¿autoficción? puede ser apasionante.

A contraluz, de Rachel Cusk. Una mujer (y madre, y escritora) después de la ruptura. Forma y contenido se funden para mostrar las dificultades de su nuevo rol, su deseo de evaporarse, su necesidad de comenzar de cero. Estilo brillante.

Mujeres excelentes, de Barbara Pym. El encantador humor inglés. Nos habla una solterona parroquiana para quien la vida da un giro ante la posibilidad de que el amor entre en su vida. Y nos lo cuenta con mucho ingenio.

Las chicas, de Emma Cline. Una novela sobre la iniciación a la vida adulta en el contexto de una secta. Las relaciones entre chicas, la amistad y la tensión. El descubrimiento (oscuro) del sexo. La atracción por lo prohibido. Y el miedo.

Los pescadores, de Chigozie Obioma. Un libro mítico que es a la vez una historia de aprendizaje de cuatro hermanos y un retrato alegórico de la realidad social de Nigeria. Feroz, salvaje, animal y, pese a todo, esperanzador.

Piel de lobo, de Lara Moreno. Dos hermanas treintañeras hacen frente a sus tormentos, los de ayer y los de hoy. Tienen la piel curtida, pero todavía hay una puerta abierta al cariño. Una voz hipnótica que no podrás dejar de leer.

De noche, bajo el puente de piedra, de Leo Perutz. Historias maravillosas (la cábala, la astrología, el espiritismo) en la ciudad de Praga de los siglos XVI-XVII. Volverás a sentirte como un niño al leer cuentos de hadas.

Vivir, de Anise Postel-Vinay (con Laure Adler). Las memorias de una resistente francesa que sobrevivió al campo de concentración. Mucho, muchísimo horror, pero también el hermoso valor de la solidaridad femenina.

Cuentos de hadas de Angela Carter. No, las mujeres de los cuentos de hadas no son solo las princesas en apuros de las películas (antiguas) de Disney. Esta antología reivindica la extraordinaria riqueza de los personajes femeninos.

Últimos testigos, de Svetlana Alexiévich. Recuerdos de niños que sobrevivieron a la Segunda Guerra Mundial. Infancias destruidas, padres ausentes, el hambre atroz. Un libro que engrandece nuestra mirada sobre la historia y la vida.

Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin. La polifacética vida de su autora (madre, esposa, hija, maestra, enfermera, limpiadora, escritora, alcohólica) convertida en material literario de primera calidad. Una voz vigorosa y con chispa.