Consagrado como uno de los grandes autores alemanes contemporáneos, la agudeza de Siegfried Lenz para la penetración psicológica brilla en esta densa obra, que plantea el conflicto entre la obediencia y el sentido del deber. Con la sombra de la culpa deslizándose por las casi 500 páginas de este novelón, el protagonista, obligado por su padre, policía, a espiar a un pintor denostado por el régimen nazi, examina su conciencia cuando rememora en un centro para jóvenes u¡inadaptados aquel drama personal.