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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

“Los Carter”, historia gráfica de la música

Una familia de genios musicales, con una historia apasionante que podemos descubrir gracias a este relato gráfico que además fue ganador del Premio Eisner 2014 a mejor obra no ficción.

En nuestro día a día no paran de “bombardearnos” con la afirmación de aquello sobre ¿qué es lo que nos deparará el futuro? Ahora, estamos continuamente mirando hacia un futuro incierto, un futuro que no conocemos, por lo tanto, nos distrae de vivir el presente, y sobre todo, de estudiar nuestro pasado. Que importante es esto. Echar la mirada atrás y ver de dónde vienen las cosas y cómo han llegado hasta nosotros. Y así, entenderíamos mucho mejor el mundo en el que vivimos.

Esto nos ocurre con la música. Al escuchar esas canciones actuales que tanto nos gustan, antes han tenido un recorrido consciente o inconsciente en el autor de unas composiciones que nos hacen experimentar diferentes estados de ánimo. Quién nos iba a decir que el actual Premio Nobel de Literatura Bob Dylan o el mismísimo Johnny Cash, referentes de un estilo de música que han marcado -y lo siguen haciendo- a generaciones tanto de autores como de público, que bebieron de una fuente creativa como The Family Carter.

The Carter Family fue uno de los grupos estadounidenses más influyentes en la historia de la música popular de un país, que cuando comenzaron a ser escuchados, estaba pasando la crisis más profunda de su historia, conocida por todos como la Gran Depresión. Su música llegó a oírse entres los años 1927 y 1956 teniendo un profundo impacto en estilos como el bluegrass, southern gospel, pop, rock, y sobre todo el country, así como en el resurgimiento de la música popular conocida como folk en los Estados Unidos. Canciones como “Wabash Cannonball“, “Can the Circle Be Unbroken“, “Wildwood Flower” o “Keep On the Sunny Side” llegaron a convertirse en verdaderos modelos para la música country.

El grupo estaba formado por Alvin Pleasant “A.P.” Delaney Carter (1891-1960), su esposa Sara Dougherty Carter (1898-1979) y su cuñada Maybelle Addington Carter (1909-1978). La Familia Carter, es historia de la música, así como la familia es una historia en si misma. Es todo un relato que han unido dos titanes del cómic en La Familia Carter. Recuerda esta canción (Impedimenta), como Frank M. Young (guión) y David Lasky (dibujo), nos traen una biografía gráfica única de una familia que son la base sobre las que se erige la música country comercial.

La historia se inicia en 1893 y retrata con gran destreza y pragmatismo, hitos de la música en particular como el nacimiento de los viejos discos de pizarra, con los que A.P. ajustaba el tiempo de cada canción, ya que no podían grabar más allá de dos minutos; y de la Historia de los Estados Unidos como los estragos producidos por esa Gran Depresión en la población rural junto a los problemas de la segregación racial que durante la primera mitad del siglo XX se producían en un país que se autoproclamaba adalid de la libertad.

En este contexto histórico de sociedad profundamente conservadora y rural, evolucionó la Familia Carter hacia el éxito con unas canciones que fueron pioneras en abrir un camino que los artistas contemporáneos dan por sentado, contribuyeron a dar forma a la canción popular tal como la conocemos hoy en día. Fueron los que prendieron la llama del interés por el amplio y rico mundo de las baladas, las canciones de amor y las historias anglosajonas, que de lo contrario se habrían perdido en el olvido del siglo XX y que gracias a un enérgico A. P. Carter, que desde su Virginia natal, muchas de esas canciones no cayeron en el olvido, transformándose en un cazador de una música popular, exprimiendo la memoria de parientes y vecinos. Hasta contrató los servicios de Lesley Riddle, bluesman que le facilitaría el acercamiento al rico cancionero afroamericano transmitido generación tras generación de una cultura de música popular de granjeros emigrantes y colonos llegados a las nuevas tierras años atrás.

Afirma en el prefacio de la edición Frank M. Young, “el trío transmitía a todas sus canciones la amplitud de sus corazones y de sus almas”. En un repertorio que se basaba principalmente en los cánticos espirituales a los que salía a su encuentro en sus largos viajes, A. P. Carter trataba temas desde canciones con humor, historias, las nombradas baladas y con algún tema de trasfondo social. Desde la garganta de Sara, dotada con esa voz grave (provocada por el tabaco), hacía creer al público que la oía que le hablaba de una experiencia personal cuando cantaba. Acompañada de su tintineante autoarpa, Sara no tenía parangón, era diferente. Su prima Maybelle se unió a la pareja a mediados de los años 20. Su también voz ronca y melancólica se fundía a la perfección con el tono de Sara y con los coros intermitentes de A.P. Pero la aportación más importante fue su innovadora forma de tocar la guitarra con un rasgueo particular que pasó a ser conocida como la técnica del “rasgueo Carter”, influyendo más tarde en muchos guitarristas.

Una familia de genios musicales, con una historia apasionante que podemos descubrir gracias a este relato gráfico que además fue ganador del Premio Eisner 2014 a mejor obra no ficción. Una gran novela gráfica en la que además de conocer a estos pioneros, nos adentra, acompañados de la mano de los magníficos y coloristas dibujos de David Lasky en los que en cada viñeta nos traslada de forma magistral y evocadora a ese mundo rural, a la norteamérica más profunda, pobre y conservadora en el que el relato costumbrista se hace cada vez más grande al avanzar la historia de la carrera de la Familia Carter hacia la fama, con sus viajes a Bristol y, Texas, Nueva York para realizar las grabaciones que cambiaron el rumbo definitivo de su exitosa carrera, como sus batallas internas (separación y divorcio de A.P. y Sara), sus triunfos, traiciones y experiencias de un crecimiento, con la particularidad de ese mundo popular. junto con sus creencias religiosas marcan también el destino de la familia.

Una historia gráfica soberbia en su dibujo, que transmite a la perfección una atmósfera musical tan particular, que comparte además el gran secreto de la industria musical, de cómo eran las grabaciones y en dónde un productor ansioso por encontrar nuevos talentos para grabar y difundir música, un hombre que supo ver antes que muchos que ahí había dinero -el as voces de la Familia Carter-, Ralph Peer supo apostar por ellos y por el dinero que estaba en la propiedad intelectual de las canciones, por lo que A. P. firmó más de 300 canciones.

Trás el fin del trío musical que se separaría en 1943, además de estar cansados porque no les atraía mucho la fama, fue Maybelle la que mantuvo la franquicia al integrar a sus hijas en las Carter Sisters. Una de ellas, June Carter que se uniría artísticamaente y como esposa a Johnny Cash, y juntos defenderían el legado familiar.

Un añadido que proporciona un valor intrínseco y más intelectual si cabe a la edición, es el CD (reemplazado aquí por una lista de Spotify) de la banda sonora de la obra, con unas canciones que recomiendo escuchar unidas a la lectura que transformará al lector y le transportará a la década de unos años 20 y 30 muy duros para una población rural muy necesitada. Un cómic revelador e imprescindible.

PABLO DELGADO