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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Rosa a pintitas»

El mundo a veces se emperra en ser tan triste que una suele acudir en busca de historias delicadas, románticas, ligeras y que le otorguen un puntito de positivismo. Son los ingredientes que tiene Rosa a pintitas, un álbum ilustrado con textos de Amélie Callot e ilustraciones de Geneviève Godbout, y recuperado por la editorial Impedimenta, basándose en el éxito cosechado cuando fuera publicado en 2006 por la canadiense La Pastèque.

Me ha inspirado muchísimo leer Rosa a pintitas en una tarde grisácea de estas que se dan mucho en Galicia. En medio de esta escena tan triste, el álbum ilustrado que tenemos entre manos nos aporta magia, que no es poco. Y es que los textos y las imágenes están ensamblados a la perfección para crear un ambiente donde el color es un elemento dotado de muchísimo significado.

En ella se nos cuenta la historia de Adèle, una mujer que regenta una cafetería que, cuando hace buen tiempo, siempre está contenta. Pero apenas empiezan a caer unas pocas gotas, se encierra en casa y no encuentra fuerzas para hacer nada, hasta que le comienzan a suceder una serie de episodios, al principio extraños, que le harán cambiar su forma de ver la vida.

Este libro, perteneciente a la colección “La Pequeña Impedimenta”, se sitúa en las nuevas propuestas que están surgiendo en la actualidad alrededor de una actitud positiva ante la vida. Colores vivos, alegres, con personajes normales, son los ingredientes que incluye Rosa a pintitas para darnos todo lo que necesitamos.

Como ya he comentado antes, se trata de un libro ilustrado, que bien podría encandilar a grandes y pequeños, pues trata de eso que llamamos una historia universal, al alcance de todas las almas y sensibilidades.

Leyendo entre líneas, observo un pequeño homenaje a todas las personas que regentan negocios y que con su actitud ante la vida nos alegran el día. Más allá, y sin menos importancia, estaría la recuperación de los espacios rurales y de sus ventajas en un mundo tan abarrotado, y en el que ya no se estrechan las relaciones sociales. Aquí podremos frenar nuestro ritmo de vida y centrarnos en lo verdaderamente importante.