cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Confianza ciega

Un clásico de las llamadas dinámicas de confianza consiste en cerrar los ojos y dejarse caer de espaldas, conjugando el temor al golpe con la seguridad en que el compañero estará ahí para sujetarnos. Es algo a lo que solo juego con algunos, contadísimos escritores.

Y debo decir que Dubravka Ugresic es, con diferencia, en la que más confío.

No es cuestión de fe: se lo ha ganado a pulso, libro tras libro. Recuerdo la fascinación que me produjo asomarme a sus primeros libros publicados en España: El museo de la rendición incondicional, El ministerio del dolor, Gracias por no leer, No hay nadie en casa… Bastaron dos o tres de estas lecturas para saber que, en adelante, querría siempre oír aquello que esta mujer tuviera a bien decirme. No necesito conocer la sinopsis de la solapa, no me hace falta que nadie me la recomiende en la típica faja promocional. Atravesaría un bosque con los ojos vendados si fuera ella quien me diera las indicaciones. No dudaría en caer de espaldas, metafóricamente hablando, si fuera ella quien está detrás.

Por supuesto, me he arrojado a ciegas a leer su último libro, Zorro, el regreso de Ugresic a las librerías hispanas. Ella, que es también una maestra en los títulos memorables, se ha decantado esta vez por uno brevísimo, pero elocuente, inspirado por el ruso Pilniak: «El zorro es el dios de la astucia y de la traición. Si el espíritu del zorro penetra en un hombre, la estirpe de este individuo está maldita. ¡El zorro es el dios de los escritores!». Y todo parte de una pregunta inicial, ¿cómo se crean los cuentos?

Bienvenidos, pues, a un viaje a la semilla, a la raíz primera de la literatura. Claro que, tratándose de la croata, no hay ninguna prisa por llegar a destino: por en medio atravesaremos lecturas profundas, leyendas y pistas falsas, experiencias personales, y también travesías reales a lo largo y ancho del mapamundi. Habrá quien corra a calificar a Ugresic de lúcida, pero la lucidez está hoy algo sobrevalorada. No: aquí hay, una vez más, inteligencia, reflexión, un profundo sentido crítico, tantos y tantos atributos adquiridos de maestros que van de Danilo Kis a Milan Kundera, pasando por Miroslav Krleza.

Allá usted si se sube o pasa de largo. Eso sí, si decide seguir a esta mujer admirable, si se atreve a asomarse a nuestro tiempo y nuestro pasado reciente desde su mirada implacable, no le quepa duda, me encontrará por allí. Y seguro que tenemos algo que contarnos.

La editorial Impedimenta publica Zorro en abril.

ALEJANDRO LUQUE