Libros recomendados de la semana:
Los errantes. Olga Tokarczuk
Lejos de Kakania. Carlos Pardo
El ingenuo salvaje. David Storey
«Nunca antes la pantalla explotó en emociones tan crudas», decía el cartel de la película de Lindsay Anderson, 1963, basada en esta novela, uno de los grandes clásicos de esa literatura que basándose en el deporte consigue retratar un buen trozo de la condición humana. El protagonista proviene de una ciudad minera y ha conseguido el éxito jugando al rugby, pero eso no le da la felicidad que esperaba porque esa Inglaterra clasista de los sesenta no le deja acomodarse entre quienes siguen mirándole de reojo con la sonrisa del desprecio.
Arthur Machin es un vector, una máquina de músculos, que arrasa en su carrera hacia adelante pero no consigue avanzar hacia arriba. Aquella película, una de las más oscuras y desasosegantes del Free Cinema, tuvo guión el propio Storey –que también jugó al rugby– y la novela suena como si no hubiera pasado el tiempo por ella.
Bandido. Itamar Orlev
Qué hacer / Tres cuentos espirituales. Pablo Katchadjian
Sonidos de Marte. David Stubbs
Europa soy yo. Anna Bosch y Pablo R. Suanzes
El naufragio de las civilizaciones. Amin Maalouf
El ojo en la mitología. Su simbolismo. Juan Eduardo Cirlot
Alma, que sirves para todo. Marin Sorescu
El sueño de una lengua común. Adrienne Rich
Teatro (1877-1890). Henrik Ibsen
Las edades de la rata. Martín López Lam