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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Diario de Italia»

Viaje a la imaginación.

Diario de Italia, publicado recientemente por Impedimenta, recopila los dos álbumes de un muy particular diario que David B. realizó durante sus viajes por Italia y Asia para la editorial Delcourt. El primer álbum apareció en 2010 estaba dedicado a Trieste, Bolonia y Venecia. El segundo que apareció 8 años después nos llevaba a Hong Kong y Osaka. Impedimenta recopila los dos álbumes en un tomo que forma parte de El chico amarillo, su colección dedicada a la novela gráfica.

Diario de Italia resulta un nombre engañoso ya que no se desarrolla en su totalidad en Italia, ya que la segunda parte sucede en Asia. Tampoco es un diario al uso, ni una bitácora, ni un cuaderno de viajes como los que han realizado autores como Craig Thompson o Álvaro Ortiz, entre otros. Es todos ellos y mucho más. En este diario tiene cabida cualquier cosa ya que es un viaje tanto geográfico como al interior de la mente de David B., a sus obsesiones y una puerta abierta a su imaginación y a lo que le sugieren los lugares que visita. Así que entre sus páginas podemos encontrar recuerdos, pensamientos, anécdotas que le suceden, historias que le cuentan o que imagina. Todo lo que compone su amplio e inabarcable imaginario.

No resulta nada fácil describir de que trata Diario de Italia, ya que no estamos ante una historia lineal. Las diferentes historias que David B. nos cuenta son las piezas de un collage que adquiere toda su magnitud cuando se contempla en perspectiva. Pero sí que están bien diferenciados los dos álbumes que recopila el libro, tanto en temática como en el apartado gráfico. El recopilatorio comienza en las calles de Trieste y una anécdota sobre una casa llena de gatos se transforma primero en una fábula sobre la vida que llevan en el interior de la casa para acabar convertida en una reflexión sobre el verdadero miedo. Después, la historia gira hacia los mafiosos, los sueños, los fantasmas, historia del judío Shabtai Tzvi, una conversación con las ratas o la historia de una joven que fue encontrada sin memoria en Bolonia. Y lo mismo sucede en el segundo álbum en el que una cerca de una comisaría abandonada le lleva a imaginar una historia que mezcla el noir con los fantasmas de la mitología china, en Japón veremos como los Yokais invaden cada página, además de reflexionar sobre los sin techo y la arquitectura urbana. Cada uno de estos temas se suele desarrollar en la entrada correspondiente a un día.

Muchas de las historias tienen una base real que sirve de punto de partida para que David B. juegue con ellas y con nosotros como lectores, que no preguntamos si la comisaria abandonada existe o la casa de los gatos. Lo que si tiene una base totalmente real son algunas de las reflexiones que hace sobre el cómic, además de criticar los salones de cómics y decir lo poco que los disfruta, también hay una reflexión sobre L’Association, editorial de la que fue cofundador. Sobre todo, critica el esnobismo de los postulados de Jean–Christophe Menu, el ideólogo de la editorial, que según él afirmaba sin ningún tipo de pudor que los autores de L’Association no tenían el mismo oficio que el resto de autores. También hay un episodio muy interesante sobre el racismo y el machismo en Japón hace 30 años.

Como ya hemos dicho gráficamente los dos álbumes que componen Diario de Italia están bastante diferenciados, sobre todo por el uso del color. En el primero los colores son menos abundantes con gran parte de las páginas casi en bitono, cada uno de los distintos episodios oníricos tiene una tonalidad distinta. En cambio, en el segundo los Yokais, las criaturas mitologías y los fantasmas de China lo llenan todo de color. Cada uno de las páginas tiene una composición distinta y varía en función del tipo de historia que nos esté contando, aunque al ser un libro pensado para un formato pequeño casi nunca hay más de cuatro viñetas. El estilo de David B. sigue siendo reconocible en cada una de ellas, tanto por su forma de dibujar como por su narrativa.

Impedimenta hace una buena edición como es marca de la casa. Ojalá se animen a publicar alguno de los primeros trabajos de David B. que siguen inéditos en nuestro país, además de seguir potenciando su colección dedicada al cómic.

Diario de Italia es un cómic tan fascinante como el imaginario de David B. sobre todo para quién se deje llevar por sus páginas. En sus viajes nos muestra que cualquier momento es bueno para sumergirse en la imaginación y dejarse llevar por ella. Sin embargo, también hay espacio para las reflexiones sobre la realidad que vivimos. David B. vuelve a dejar claro que es uno de los autores de cómic más importantes de los último treinta años.

Diego García Rouco