«¿Por qué alberga el ser humano ese inmenso afán por pintarse una existencia tan diferente de la vivida?», se pregunta la guadalupeña Maryse Condé al inicio de su relato, ‘Una vida sin maquillaje’, un título que devuelve como un espejo sus intenciones de querer «mostrar ante mis semejantes a una mujer en toda la verdad de la Naturaleza, y que esa mujer seré yo». Y lo hace porque confiesa que, en cierto modo,«siempre he sentido pasión por la verdad,algo que, tanto en el plano privado como en el público, con frecuencia se ha vuelto contra mí».