Alfaguara y Planeta son empresas editoriales que todos conocemos y que se han ido colando en nuestras estanterías casi sin que nos diésemos cuenta, por aquello de que son algunas de las que disponen de más títulos en sus catálogos. En un momento en el que el mercado parece cada vez más masificado, el libro se reduce a la denominación de mero producto y la digitalización no termina de llevarse bien con los editores, un grupo de pequeñas editoriales apuestan por una serie de valores añadidos que las distinguen del resto y que, junto a la especialización, suponen una alternativa de calidad. Nórdica, Periférica, Libros del Asteroide e Impedimenta son sólo algunas de ellas.
La editorial Impedimenta se fundó en Madrid en septiembre de 2007. Su director, Enrique Redel, apostó desde el principio por recuperar esas obras literarias esenciales difíciles de encontrar en castellano. Escritores como Natsume Sōseki, Stanislaw Lem y Georges Perec tienen sus títulos en Impedimenta.
Si además de la especialización, la calidad del libro es infinitamente superior a lo que estamos acostumbrados a encontrar en las librerías, al lector se le hace la boca agua. La presentación de cada uno de los libros de la editorial es una preciosidad, con ilustraciones en portada que se manifiestan como una pequeña obra de arte. Si tocamos el papel, por otra parte, nos daremos cuenta de la agradable sensación que supone al tacto. El tamaño reducido de los ejemplares, el cuidadísimo trabajo de traducción y, en definitiva, la elegancia con la que se presentan sus libros sitúan a Impedimenta como una editorial pequeña pero con apuestas de calidad tanto en su aspecto formal como literario.