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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Cómic y novela gráfica, de la nada al «boom» en cinco años

«Ya no somos bichos raros.» Así se sienten tanto los libreros y editores como los lectores que acuden a la feria del libro de Madrid en busca de esos ejemplares en los que la ilustración se alía con los mejores textos.

En los últimos cinco años este género literario ha gozado de un reconocimiento, tanto de crítica como de lectores, que ha hecho que las editoriales hayan conseguido que sus publicaciones sean reclamadas por libreros y seguidores.

«Ya no hay miedo, no somos bichos raros, cada vez hay más interés por este tipo de literatura», ha contado a Efe Cristina Martínez, de la editorial Impedimenta.

Y es cierto, dada también la velocidad de crucero que las casetas dedicadas a este tipo de literatura ha tomado en la 72 Feria del Libro de Madrid.

«Aquí cada día te encuentras con la pared de ‘si tiene dibujos no lo leo’, pero el mercado ha cambiado mucho en cuatro años. La primera feria del libro que yo hice era dificilísima porque la gente no quería ningún libro si tenía dibujos, pero ahora el mercado va ligeramente mejor que el libro tradicional», según Dani Seijas, de la editorial Dibbuks.

Basta quedarse en su caseta diez minutos para comprobar que sí, que el cómic y la novela gráfica goza de buena salud gracias a la cantidad de personas entregadas a este tipo de literatura. Lectores que tras quedar prendidos de más de un título recurren a la pregunta: «¿Tenéis para pagar con tarjeta de crédito?».

«Nosotros tenemos clientes fieles, en la feria viene gente que ya te conoce para saber lo que hemos sacado nuevo», explica Seijas, para quién el objetivo en la Feria del Libro es: «expandirnos y que gente como mi madre lea cómic».

Y es que, en la Feria del Libro de Madrid uno de los objetivos de las editoriales y librerías dedicadas al cómic y la novela gráfica es conseguir que gente que nunca se ha acercado a ellos descubran que se pueden encontrar con buenas historias.

«En cuanto te lees una novela gráfica abres la puerta a leer más. Quizá el lector común de narrativa se siente alejado de este mundo, pero yo creo que cada vez pasa menos», ha puntualizado Martínez mientras acariciaba con mimo uno de sus títulos, una biografía de Virginia Wolf.

Pero la Feria no sólo es una forma de ganar adeptos, sino que también supone para ellos una cita en la que sus ventas se ven aumentadas.

«La Feria sale rentable. Vemos que viene gente que aguanta todo el año para comprar libros y es aquí donde compra mucho, es increíble porque viene gente con lista», ha confesado la diseñadora gráfica de Impedimenta.

Desde Dibbuks también reconocen que la Feria del Libro es un «termómetro» de la salud de sus ventas y para ellos esta cita significa «un porcentaje alto de las ventas anuales».

En el camino que marcan las más de 300 casetas, las viñetas van apareciendo salpicadas entre novelas históricas, reproducciones, o llamativos libros de niños que relucen con los rayos de sol.

Y así, el buscador de estos libros, capaces de ofrecerte lecturas contemplativas, se encuentra con Akira Cómics, El Coleccionista, Generación X o Sinsentido.

Precisamente, ésta última, es un ejemplo de que visitar la Feria puede servir para comprobar cómo la novela gráfica ofrece maneras diferente de contar vidas, por ejemplo con la biografía del escritor Nobel colombiano Gabriel García Márquez: «Gabo. Memorias de una vida mágica».

«Estamos llegando a nuevos sectores que abarcan a gente muy literaria, estamos alcanzando un público nuevo», ha relatado una de las trabajadores de Sinsentido Sheila Martínez.

El mundo de las historietas, del color, de los bocadillos llenos de diálogos inquietantes, afronta este fin de semana con la esperanza de superar, si el tiempo lo permite, el precedente.

El primer fin de semana de la Feria del Libro de Madrid desbordó las previsiones de los expositores que agotaron la primera remesa de bolsas oficiales, cerca de 100.000 unidades, que se dan con cada ejemplar que se vende.

Pilar Martín (EFE)