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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«Reina Lucía», de E.F. Benson en Crónicas Literarias

Riseholme es una pequeña y típica población rural inglesa, un lugar tranquilo donde todos se conocen y la interacción social es la principal fuente de diversión para sus habitantes.

Entre esos habitantes destaca Emmeline Lucas (Lucía para los amigos), una especie de reina que ejerce su regia labor entre sus “súbditos” con verdadero placer, respaldada por su íntimo amigo Georgie Pillson, soltero, aficionado a hacer punto y entregado a una vida de ocio y cotilleo.

Pero el idílico reinado de Lucía se verá amenazado cuando se instale en Riseholme Olga Bracely, una joven y encantadora diva operística que pronto conseguirá que la vida social del pueblo gravite a su alrededor. Incluso el fiel Georgia acabará alejándose de su querida soberana. ¿Conseguirá la reina destronada recuperar su papel preponderante en la pequeña sociedad local?

Reina Lucía es la primera de una serie de seis novelas tremendamente populares en el Reino Unido que Benson (un escritor conocido en España sobre todo por sus relatos de terror) fue publicando durante las dos últimas décadas de su vida. En dicha serie el autor hace gala de una ironía mordaz para poner de manifiesto los defectos de la burguesía rural británica de principios del siglo XX. Así, Emmeline Lucas, la reina Lucía, es una mujer prepotente e ignorante que alardea de los conocimientos que saquea de la enciclopedia o que, por poner otro ejemplo, presume de interpretar correctamente una pieza para piano al enfrentarse a ella por primera vez cuando, en realidad, la ha ensayado durante bastante tiempo en secreto.

La vida regalada, ociosa e intrascendente de la que disfrutan los personajes principales de Reina Lucía, no obstante, no deja de tener su atractivo. Así, quien disfrutara en su día con Arriba y abajo, Gosford Park o la reciente y extraordinaria Downton Abbey no dejará de encontrar elementos de su agrado en la novela de Benson, si bien en este caso los avatares de la servidumbre ocupan un plano muy secundario, y el fino humor inglés impregna cada una de las páginas del libro.

La labor de traducción de José C. Vales merece una mención especial. Sus abundantes e informativas notas a pie de página resultan altamente interesantes y permiten disfrutar aun más si cabe con la lectura.

Reina Lucía es una novela deliciosa que confío encuentre su público y funcione lo suficientemente bien como para que el resto de la serie acabe viendo la luz. Cruzaremos los dedos.