Edward Frederic Benson (Berkshire, 1867-Londres, 1940) practicó en su juventud el patinaje artístico —representó a Inglaterra en campeonatos— con el mismo ánimo con el que se dedicó en su madurez a escribir comedias sociales: bajo la supuesta ligereza se advierte una exacta disciplina. Reina Lucía, la primera de las seis novelas de un ciclo, transcurre entre los olmos, los jardines y las mansiones isabelinas de Riseholme, donde también es isabelino el comportamiento y la voluntad con la que se aprecia la vida. Entre un té y el siguiente, siempre terriblemente ocupada en el manejo de la agenda y el protocolo, Emmeline Lucas (Lucía para los amigos) se enfrenta a problemas de inmenso calado: los arribistas manejos de la advenediza cantante de ópera Olga Braceley y la inopinada llegada de un gurú más aficionado a los destilados que al yoga. Una novela divertidísima y más british que un pastel de riñones.