La ilustradora de esta obra, Sara Morante, explica en una entrevista: “Nos interesan los cuentos tratados con cierto rigor, sin edulcorar el final, ni a los villanos, porque están para cumplir una función: ser referencia del mal“. Los cuentos clásicos, agrega, son duros.
Los zapatos rojos, de Hans Christian Andersen, publicado en 1845, se resume de la siguiente forma: “Karen es una niña tan miserable que ni siquiera puede comprarse unos zapatos. Tras la muerte de su madre, es acogida por una anciana ciega que la toma a su cargo. Karen es una buena niña, pero algo diabólico anida en su alma infantil: la coquetería. Y será precisamente esa coquetería la que la lleve, a ritmo de pasos de baile, a la perdición“.
La de Impedimenta es un interesante versión de la historia de Andersen, que, incluso, va más allá del final escrito por el autor danés: “Los editores y yo estábamos de acuerdo en que mis ilustraciones despejaran ciertos tabúes que existían en el texto de Andersen, yendo un poco más allá, fabulando sobre lo que sucedió realmente durante la danza de la niña Karen”. Así, con los dibujos traslada al lector los pecados (concepto bastante desarrollado por Andersen) que la pequeña cometió para acabar tan mal, que “no pueden ser la simple vanidad, ni aún poniéndonos tan luteranos como era Andersen“, explica la ilustradora.
Para leer más sobre este libro del sello Impedimenta, pueden leer el artículo publicado en El Mundo titulado “Éste no es un cuento para niños”, donde está completa la entrevista a la ilustradora Sara Morante, de la que hemos seleccionado algunos fragmentos.