La narración, disparatada, tierna en su crueldad, discurre en torno a la peripecia de un solo día (¡pero vaya día!) de Israel, un pobre diablo que trabaja en un corner del centro comercial La Vaguada (cuyosdueños, se nos informa, son franceses pese a que el centro comercial es tan nuestro) y aplica, con menos suerte que vehemencia, los consejos de un estúpido manual de autoayuda titulado El estilo de vida fluido de Archibald Bloomfield. Una novela sobre el descenso al infierno de nuestra sofocación: plumcakes de Starbuck’s, La Retoucherie, ING Direct, H&M…