Aunque la obra que hoy reseño ha sido definida por Cărtărescu como una novela, también se puede tomar como un libro de cuentos, pues las narraciones que la conforman pueden leerse como piezas independientes. Nostalgia, así, se abre con El Ruletista, la historia de un hombre cuya existencia ha estado siempre marcada por la mala suerte y que, sin embargo, logra amasar una fortuna jugándose la vida en la ruleta rusa.
Entre esta pieza y El arquitecto, relato de carácter marcadamente kafkiano que sirve de epílogo al libro, Cărtărescu nos presenta El Mendébil, la crónica de un mesías impúber que convierte en acólitos a los niños de su barrio; Los gemelos, un inquietante estudio de la ira juvenil y, por fin, REM, la narración central del libro, cuyo punto de partida es la relación que se establece entre una mujer de mediana edad y un estudiante de instituto.
Pero Nostalgia (y, sobre todo, REM) es mucho más de lo que yo pueda contar aquí. Es una obra redonda, en la que el autor se toma su tiempo para elaborar los personajes –jugando con el lector mientras hace un puzzle de géneros y narradores– y hacerlos vivir historias bizarras, complicadas, oníricas y al mismo tiempo completamente verosímiles, en las que el tiempo juega un papel fundamental.
Como ya he dicho, Mircea Cărtărescu es todo un descubrimiento y este libro, en concreto, una joya que no debería faltar en ninguna biblioteca.