Es descrito en el libro como “el último derrochador”, alguien capaz de jugar con el poder del dinero sin temer perder cantidades ingentes de billetes de mil dólares sólo por diversión.
La dulce y delirante Tia Esther, la hipócrita y estirada Tía Agnes, y una pretenciosa (y floreada) Miss Ginger Horton, serán las compañeras de té de Guy Grand, quienes compartirán la tarde con el protagonista y cuya conversación irá intercalándose con las surrealistas situaciones que un buen puñado de dólares van a provocar.
Una empresa que comercializa desodorantes confeccionados a partir de elementos comunes con la bomba fétida, un periódico creado únicamente para generar conflictos entre la población, una sesión de caza en África empleando obuses de 75 milímetros, un bidón repleto de dólares mezclados con heces y orina de ganado… Esto es sólo una pequeña dosis de las inverosímiles pruebas que el “Gran Tipo” tiene para vosotros.
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El cristiano mágico es una sátira sobre una América ansiosa de riquezas, poder, influencia; ya sea a través de los negocios, las armas, o los medios de comunicación. Nadie queda fuera de la tentación de una gran cantidad de dinero, y todos acceden a jugar con las reglas del juego que el protagonista les marca.
La editorial Impedimenta ha publicado por primera vez en castellano esta novela, una de las más impactantes, desternillantes, e irónicas del siglo XX.
Terry Southern, el autor de la obra, tiene una biografía que bien podía ser el guión de una película: teniente del Ejército de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, amigo de Sartre, Cocteau , Camus, y de miembros de la generación beat como Ginsberg, Keroauc, o Ferlinghetti; entre otros filósofos y escritores. Este apasionado del bebop (corriente musical dentro del jazz) colaboró con el director de cine Stanley Kubrick (por ejemplo, revisó el guión de ¿Teléfono rojo? volamos a Moscú), íntimo amigo de Peter Sellers o los Rolling Stones. Southern, politoxicómano reconocido, estuvo además en la lista negra del FBI por firmar una carta de protesta contra la Guerra de Vietnam. junto a varios intelectuales.
En la segunda mitad de los años 60 trabajó en los guiones de una serie de películas denominadas “de culto” como Casino Royale (1967), Barbarella (1967), Easy Rider (1968), o The Magic Christian (1969), basada en la novela que hoy nos ocupa. Después se inició su declive, pero sin dejar de ser pieza imprescindible en la creación o revisión de guiones de cine, y el desarrollo del llamado Nuevo Periodismo.
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El cristiano mágico reúne una esencia delirante, absurda, satírica, excesiva, pero con una dosis de realismo cruel que nadie podrá negar. Recomendación imprescindible si quieres reírte de las excentricidades de este personaje trajeado, y meditar unos minutos sobre el enorme poder del dinero.
Iduna Ruiz de Martín