No por ello Hardy –que se inició como poeta y tras una exitosa trayectoria como novelista regresó a la lírica en sus últimos años– debe ser visto con prevención alguna, pues su obra, ambientada en el imaginario condado de Wessex, es vigorosa y compleja a la vez que garantiza sorpresas y entretenimientos. De entre sus grandes novelas –como Tess, la de los d’Urberville o Jude el oscuro– era Los habitantes del bosque, hasta ahora inédita en castellano, la preferida del autor. El regreso de una joven, educada conmimofuera del hogar, a sus lares natales pone en marcha un mecanismo de relojería que gira en torno al conflicto entre el hombre al que está destinada y aquel al que todo parece conducirla. Novela tardodecimonónica con mayúsculas.
Por Eugenio Fuentes