Por fortuna, el propio Sávinkov se encargó de narrar algunos de los episodios más destacados de su estancia en el valle de lágrimas y agitaciones que fue la Rusia de las dos primeras décadas del pasado siglo. Como sin duda recuerdan no pocos lectores, Sávinkov fue autor de El caballo amarillo (Impedimenta,2009), narración escrita en 1909 en su bohemio exilio parisino en la que en forma novelada cuenta la apasionante preparación del atentado que costó la vida al Gran Duque Sergei Alexandrovich, gobernador general de Moscú. Años después, en 1920, tras haber sido ministro de la Guerra con Kerenski y haber regresado al exilio por su visceral rechazo a la dictadura bolchevique, el revolucionario se encuentra en Polonia intentando montar un Ejército con el que derribar a las huestes de Lenin. Una aventura descomunal que acabó muy mal para él.
Por Eugenio Fuentes