cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

«La promesa de Kamil Modráček», de Jiří Kratochvil

Modráchek es un arquitecto checo que tuvo que trabajar para los nazis en los años de la ocupación alemana. Ahora, mitad de los años cincuenta, en la ciudad de Brno, está en el punto de mira de la Seguridad Nacional comunista a causa de las simpatías subversivas de su hermana, pintora. Esta muere, supuestamente por orden del teniente Laska, interrogador de Modráchek, y el arquitecto se compromete a vengar el asesinato. Dan Koci, oficialmente carnicero e investigador privado en sus ratos libres, es reclutado por los comunistas para encontrar al desaparecido Laska.

Con estos elementos Kratochvil compone una novela ágil, de gran riqueza conceptual y atrevida en su concepción y desarrollo. El reclamo comercial la titula «novela policiaca», pero es mucho más. Kratochvil (Brno, 1940) viene de una literatura disidente combativa cargada de crítica inteligente y humor negro.

Formalmente está alejado de las técnicas narrativas tradicionales y adopta un enfoque postmodernista con toques de realismo mágico que lo aleja del consumo fácil. En la historia abundan los narradores y puntos de vista, que la abordan desde diferentes ángulos, también desde el punto de vista temporal. Hay elementos no exactamente realistas, como la cualidad de Koci de ver cosas gracias a una postura de yoga. Abundan referencias literarias, como el relato de Nabokov que inspira la desquiciada venganza de Modráchek. La acción policial y criminal es mínima, y muchas en cambio las páginas dedicadas al ajedrez, las mariposas, el urbanismo o la filosofía religiosa.

La novela tiene la composición, el orden y el ritmo de la literatura de calidad. El clima opresivo y desquiciante del totalitarismo comunista queda muy matizado por el tono divertido (que no chistoso) del relato. Casi todos los personajes se acomodan dentro de la gran mentira generalizada y viven sus propias vidas paralelas, que incluyen con frecuencia libertinaje sexual, breve pero repetidamente aludido por el autor. No es una novela de misterio ni tampoco es de fácil lectura. Es una intriga culta fresca y ágil, con complejos juegos argumentales que tienen la utopía social como telón de fondo y, como inspiración argumental el propósito de que la realidad copie a la ficción.

Por Javier Cercas Rueda