La Editorial Impedimenta está haciendo una gran labor editando por primera vez o reeditando libros de Stanislaw Lem, uno de los más grandes escritores de ciencia ficción y, en mi opinión, uno de los grandes del siglo XX, muy superior a muchos autores más afamados y sobrevalorados. Un escritor del que, por desgracia, aún queda mucho material inédito en nuestro país.
Este libro, Máscara, – traducido por Joanna Orzechowska – es una recopilación de historias extraídas de libros como ‘La Noche de la luna’, ‘Sacar provecho de un dragón’ o ‘La invasión de Aldeabarán’ entre otros trabajos no publicados por estos lares u otros relatos igualmente inéditos que se quedaron fuera de obras aqui conocidas, como la excepcional ‘Diario de las Estrellas‘, uno de sus títulos mayores en una carrera abundante, que demuestra que Lem era mucho más que el creador de ‘Solaris‘.
Aunque historias como las iniciales ‘La Rata en el Laberinto’ o ‘Invasión’ recuerden, en sus puntos de partida, vagamente a la ciencia ficción anglosajona, la más conocida, y concretamente al subgénero de invasiones alienígenas, lo cierto es que su posterior desarrollo poco tiene que ver con esos escritores que Lem rechazaba; Aqui el término “ciencia ficción”, haciendo hincapie en lo de ciencia, puede aplicarse con el máximo rigor, si bien ésta, para el autor polaco, no sólo era una demostración de la inteligencia y el poder del ser humano, sino una evidente prueba de sus infinitas debilidades y de su incapacidad congénita para entender el universo en el que vive.
Con su habitual trasfondo nihilista y burlón, aqui asoman todas las características y temáticas de Lem, tratadas con una gran variedad estilística: los conflictos del ser humano con la tecnología y en especial con la intleigencia artificial, las trampas de la evolución, su relación tan insatisfactoria con la naturaleza, la imposibilidad de una comunicación inteligible con extraterrestres, la visión antropocéntrica, tan empobrecedora, que tiene el ser humano del universo, la posibilidad, plausible de todo tipo de catástrofes nucleares o biotecnológicas causadas por el afán destructor del hombre, etc… Y todo ello narrado con un lenguaje no muy accesible para el lector medio: Lem exige mucho de sus lectores. Es un superdotado repleto de inteligencia, mala leche e imaginación, en las antípodas de la peste de lo políticamente correcto. Y a ratos puede resultar, con sus contínuas referencias científicas, levemente confuso e incluso irritante, y hay que señalar que Máscara no es de lo mejor del insigne escritor, pero un Lem es un Lem y eso quiere decir que el libro vale mucho la pena.
De las trece historias aqui incluidas, citaré algunas de mis favoritas, como por ejemplo ‘El Martillo’, que recuerda mucho a ’2001, una odisea en el espacio’ de Clarke, al tratar un tema parecido, al que Lem le da completamente la vuelta; la paranoia, aqui tan protagonista, vuelve a aparecer en ese breve y feroz ‘La Colchoneta’ que nada tiene que envidiar al mejor Philip K. Dick, un escritor valioso pero muy inferior a Lem. ‘‘La Invasión de Aldebarán” presenta al Lem más desenfadado y divertido, siempre con esa ironía y brillante mala uva característica en él. Y otros relatos como ‘La Fórmula de Lymphater’ o el estupendo ‘La Verdad’, el primero tan cercano a “Golem XIV“, también publicado por Impedimenta, historias de puro terror científico donde la humanidad se queda obsoleta o casi víctima de su propia prepotencia, unas piezas que abren la caja de pandora de todo tipo de tesis inquietantes respecto al futuro del hombre.
Aunque alguna como ’El Acertijo’ de apenas cinco páginas no deja de ser una anécdota correcta, Máscara, con toda su complejidad y aparente hermetismo, es una buena muestra del talento visionario y nada complaciente de Lem, un autor que trató temas como lo de “la nueva carne” o muchos de los más queridos por el “cyberpunk“, antes que los gurús literarios o cinematográficos de estas revolucionarias tendencias. Al César lo que es del César.
Por J.J. Holden