Aunque comenzó como poeta, ha frecuentado todos los géneros, también los diarios. De su narrativa, faceta por la que es más conocido, se han traducido en España algunas de sus mejores obras. La que le ha da do más fama ha sido la colección de relatos Nostalgia. Impedimenta ha publicado esta obra y también Lulú. En Funambulista aparecieron el libro que le dio proyección internacional, ¿Por qué nos gustan las mujeres?, y el primer volumen de su magna obra Cegador.
Las Bellas Extranjeras (2010) consta de tres relatos concebidos como reportajes, en que Cartarescu cuenta tres episodios de su accidentada vida como escritor, primero bajo Ceaucescu y luego, tras la revolución, en una Rumanía que, para el autor, vive un simulacro oscuro y deprimente de democracia. El relato más sobresaliente es el que da título al libro. Trata de un viaje a Francia de un grupo de escritores rumanos para participar en unas jornadas sobre literatura. Cartarescu no sólo cuenta la kafkiana experiencia de esos días, si no
que frecuentemente se remonta al pasado para explicar más cosas de su vida y de su relación con el resto de escritores rumanos invitados. El autor tiene una habilidad especial para sacar partido cómico a las situaciones. Describe muy bien las conferencias, los invitados, las comidas, las recepciones…
El segundo relato, «Ántrax», usa en clave humorística una anécdota para mostrar la ineptitud del régimen comunista
rumano. En plena obsesión con los ataques de ántrax contra la población estadounidense tras los atentados terroristas del 11-S, Cartarescu recibe un misterioso sobre desde Copenhague, sin remitente, que parece contener esos peligrosos y mortales polvos. Decide llevarlo a la policía para que investigue su contenido. El relato, muy divertido, con un desenlace insólito, cuenta la peripecia que viven Cartarescu y su mujer ante la policía.
Cierra el libro «El viaje del hambre», que cuenta la esperpéntica expedición del autor a una perdida localidad rumana para hablar sobre su poesía en un centro cultural. Cartarescu vive un viaje accidentado y lleno de penurias, pero alimentado por las hilarantes anécdotas que protagonizan unos desvergonzados y pícaros intelectuales locales.
Cartarescu se ha convertido en poco tiempo en Es pa ña en un excelente reclamo literario. Dentro de poco, la editorial Bartleby va a publicar una antología de sus poesías, y no sería extraño que dentro de no mucho tiempo veamos to dos sus libros traducidos.
Adolfo Torrecilla