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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

¿Y si el coronavirus solo fuese el principio? – La Vanguardia – «Terranautas», de T. C. Boyle

LITERATURA

Dos novelas y un conjunto de relatos de reciente publicación con tres escritores estadounidenses de prestigio detrás nos estimulan a imaginar escenarios futuros (o inminentes, quién sabe) de naturaleza crítica para la humanidad en su conjunto. Pocos años antes de que la Covid-19 pusiera nuestro mundo patas arriba, el divulgador científico Carl Zimmer ya advertía desde su ensayo Un planeta de virus (Capitán Swing): “Estaríamos mejor preparados contra estas emergencias si no nos cogieran siempre por sorpresa. La siguiente plaga puede llegar cuando otro virus que anide en un animal salvaje salte a nuestra especie -un virus del que quizá aún no tengamos noticia”. Los libros que a continuación se reseñan vienen a cumplir la función de alerta contra amenazas que, al modo de organismos invasivos esperando agazapados el momento oportuno para ejecutar una transferencia letal, pueden estar gestándose en las sombras con lo que su lectura quizá contribuya a que nos cojan menos desprevenidos.

“La siguiente plaga puede llegar cuando otro virus que anide en un animal salvaje salte a nuestra especie -un virus del que quizá aún no tengamos noticia”

Carl Zimmer, Un planeta de virus.

‘Los terranautas’, T.C. Boyle

Confinamiento radical

La crisis del coronavirus extendió por el planeta una experiencia tan desconcertante, radical y angustiosa como el confinamiento domiciliario forzoso, normalizando unas limitaciones antes reservadas básicamente a personas dependientes, enfermos graves y criminales con tobilleras de seguimiento. ¿Pero y si el confinamiento deviene próximamente nuestro estado natural? ¿Y si el contacto con el mundo exterior se vuelve imposible y la vida se desarrolla exclusivamente en recintos cerrados? Aunque para muchos semejante escenario parece reservado a una ficción apocalíptica de terror, ya en 1984 se antojaba digna de seria consideración para el empresario y filántropo Ed Bass, quien desembolsó 150 millones de dólares para la construcción de la denominada Biosfera 2.

biosfera 2
El proyecto Biosfera 2, en el desierto de Arizona, una mastodóntica instalación para desarrollar un confinamiento experimental 

Ubicada en medio del desierto de Arizona, consistía en una mastodóntica instalación científica/sistema ecológico aislado con el propósito de reproducir artificialmente las condiciones de vida en la Tierra, acogiendo a un reducido número de investigadores y a una muestra de la variedad de la flora y fauna de nuestro planeta, con el objetivo de estudiar la respuesta y aclimatación de todos ellos a este peculiar vivero.

Dotada de diversos biomas biológicos, zonas agrícolas y laboratorios, en la mente de sus desarrolladores cundía la perspectiva de que, más pronto que tarde, nos viéramos empujados a colonizar otros planetas. Dos grupos de ocho personas convivieron, trabajaron e investigaron durante dos franjas temporales, una entre 1991 y 1993, la otra entre marzo y septiembre de 1994. Desde una óptica científica, el experimento supuso un éxito al cumplir con el propósito de mantener operativo un complejísimo sistema orgánico, ecológico, atmosférico y tecnológico, a la par que recopilando ingentes y valiosos datos.