Imposible concebir la literatura que escriben actualmente algunas de las mejores escritoras de ficción en nuestra lengua —Ariana Harwicz, Samantha Scheweblin, Mónica Ojeda— sin tener en consideración lo abyecto. Más aún, cuando esa dimensión de lo humano se entrecruza tan a menudo con lo pesadillesco u onírico. Reinas del abismo nos ofrece un tentador vistazo a los orígenes de ese territorio inaudito en la voz de las precursoras de «lo inquietante»: Mary E. Braddon, Marie Corelli o una sorprendente Frances Hogson Burnett, de cuyo clásico infantil El jardín secreto, se siguen haciendo versiones cinematográficas hasta hoy. Doble mérito para estas autoras que, siempre a la sombra de autores como Poe o Lovecraft, supieron abrirse paso a la vez dentro del género y del patriarcado, muchas de ellas desde las mismas páginas de la revista Weird Tales, en la que el señor oscuro de Providence desarrolla su mitología del horror cósmico. De él casi todo lo sabemos, pero poco o casi nada de Marie Corelli, una autora que a principios del s. XX vendía más libros que Conan Doyle, H. G. Wells o Rudyard Kipling juntos. La constante invisivilización y desprecio por parte de sus contemporáneos jugó, seguramente, su papel en la pulsión de lo subversivo y lo fantástico. No en vano «estas damas del escalofrío —dice Mike Ashley, compilador de este volumen— canalizaron la angustia de sus vidas en la ficción, para hacerla, si cabe, aún más real».