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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

‘La hija de Robert Poste’

Una novela de fácil y ágil lectura, con un excelente ritmo narrativo y un sublime personaje como Flora Poste.

(Opinión personal) Hoy os traigo la reseña de un clásico de la literatura inglesa. Se trata de La hija de Robert Poste, de la escritora Stella Gibbons, el último libro que he leído y del que no me he separado en cuatro días. Como ya sabéis Impedimenta es una de mis editoriales por excelencia, por lo que una vez más, he vuelto a depositar en ella y en sus publicaciones toda mi confianza. Y como viene siendo habitual, su narrativa no solo me ha embelesado, sino que ha conseguido arrastrarme una vez más, a lo que yo entiendo como pura literatura inglesa en todo su esplendor.

La novela comienza con el fallecimiento de los padres de Flora Poste, una veinteañera que nunca tuvo afinidad parental, dado que su vida estudiantil siempre la mantuvo alejada de su hogar. Cuando Flora queda huérfana, decide, por varias razones, sobre todo económicas, trasladarse a la residencia de algún pariente lejano. Cuál es su sorpresa, que tras sus cartas a los distintos familiares con su propuesta, los únicos que parecen querer hacerse cargo de ella, son los Starkkader, quienes viven en una rural y alejada granja en Sussex, Inglaterra. Pero pese a los consejos de su buena amiga la señora Smiling, quien estaría encantada que Flora se instalara junto a ella en su casa de Londres, ésta decide ir a Cold Conform Farm, junto a sus allegados a los que apenas vio una sola vez durante su infancia.

Cuando Flora pone un pie en la granja, y ve en el insalubre entorno en el que conviven una veintena de personas, algunos de ellos, sus propios primos, hace acopio de su atrevida personalidad y elabora un premeditado plan con la idea de llevar a cabo un único objetivo. Y aunque en la granja todo son despropósitos, Flora confía muy mucho en un proyecto que no piensa interrumpir a pesar de las dificultades.

Y no es que carcajees en cada página, pero sí las hilarantes situaciones, los rústicos personajes y su manera de actuar, los animales cuáles personajes más del elenco, junto al descaro, vitalidad, sensatez y naturalidad de Flora, protagonista absoluta de la historia, han hecho que me divierta en multitud de ocasiones y que por tanto, su lectura, me haya parecido simplemente deliciosa. Y es que Flora es mucha Flora, y no hay término medio en cuanto a opiniones se refiere, o te encanta su carácter o todo lo contrario. A mí me ha gustado muchísimo y su papel me ha entusiasmado.

Una novela de fácil y ágil lectura, con un excelente ritmo narrativo, y un sublime personaje como Flora Poste, que hace que cada uno de los habitantes de Cold Comfort Farm, saque al exterior lo que llevan muy dentro. Una gran ayuda para cada uno de ellos, que sin saberlo, han cambiado sus vidas sin apenas percatarse de ello.

Otra obra maestra que pasa a formar parte de mi colección de clásicos británicos, y la que se sitúa, junto con La librería de Penelope Fitzgerald, entre mis preferidas.

SINOPSIS:
Brutalmente divertida, dotada de un ingenio irreverente, narra la historia de Flora Poste, una joven que, tras haber recibido una educación «cara, deportiva y larga», se queda huérfana y acaba siendo acogida por sus parientes, los rústicos y asilvestrados Starkadder, en la bucólica granja de Cold Comfort Farm, en plena Inglaterra profunda. Una vez allí, Flora tendrá ocasión de intimar con toda una galería de extraños y taciturnos personajes: Amos, llamado por Dios; Seth, dominado por el despertar de su prominente sexualidad; Meriam, la chica que se queda preñada cada año «cuando florece la parravirgen»; o la tía Ada Doom, la solitaria matriarca, ya entrada en años, que en una ocasión «vio algo sucio en la leñera». Flora, entonces, decide poner orden en la vida de Cold Comfort Farm, y allí empezará su desgracia.

Por Gema Badajoz.