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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Reseña: «Los viejos creyentes», de Vasili Peskov – Sonograma

El escritor, fotógrafo y gran viajero Vasili Mijáilovich Peskov (1930-2013) fue un gran conocedor de la cultura eslava. Sus referencias en la Gran Enciclopedia Soviética, sus reportajes sobre viajes por todo el continente ruso y sus incursiones en la literatura le convirtieron en un personaje de referencia como periodista del Pravda.


Fue en la redacción de este periódico ruso donde recibió una llamada de Nikolái Ustínovich Zhuravliov, un etnógrafo especializado en la región de Krasnoiarsk, en la que se encuentran los monumentos más antiguos de Eurasia. En dicha conversación, Ustínovich le preguntó a Peskov si estaría interesado en publicar en el rotativo una historia humana excepcional. Se lo contó con gran pasión: unos geólogos habían sobrevolado una zona de la taiga siberiana el verano de 1978 en busca de yacimientos de hierro, y quedaron aturdidos al divisar una cabaña y un huerto (¡sí, un huerto!), lo que generó el interés de los geólogos por investigar quién vivía en aquel inhóspito lugar.

En un hotel de Moscú, Ustínovich y Peskov decidieron organizar una expedición a aquel paraje perdido para visitar a los Lykovy, una familia que había huido del estalinismo y que consiguió sobrevivir durante largos años en un exilio autoimpuesto.
Con su libro Los viejos creyentes, una obra que surgió del azar, Peskov narra todo el entorno geográfico, histórico y religioso de los Lykovy, y con ellos revive un drama nacional de tres siglos de antigüedad causado por el conocido cisma en la Iglesia ortodoxa rusa, que tuvo lugar en tiempos de Pedro el Grande. Podemos encontrar un retrato de las consecuencias de aquel cisma en un lienzo del famoso pintor ruso nacido en Krasnoiarsk, Vasili Súrikov. Dicha obra se encuentra en la Galería Tretiakov, con el nombre de La boyarda Morózova.


La historia de la familia de Karp Ósipovich Lykov es conmovedora: llevaban más de cincuenta años solos, sobreviviendo únicamente de lo que podían recoger, cazar y construir por sus propios medios.

«Esta es la historia. Un suceso fósil, excavado de la experiencia humana», concluye Peskov.

—Núria Serra, Sonograma.