cabecera 1080x140

Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

La vida no escribe novelas – Diario Montañés- «La edad de la piel», de Dubravka Ugrešić

Tercera entrega de la ‘Biblioteca Dubravka Ugrešic’, que arrancara la siempre exquisita editorial Impedimenta en 2019 con Zorro y continuara el pasado año con Baba Yagá puso un huevo, dos obras que trasciende el ámbito convencional de la novela para extenderlo hacia otros ámbitos de la escritura, que incluyen el ensayo y lo autobiográfico. Siempre en terrenos pantanosos, Ugrešic está considerada una de las voces más relevantes de la narrativa actual europea, con importantes reconocimientos internacionales y una sólida carrera docente en universidades como Harvard, Columbia o Berlín.

En La edad de la piel el género es más sencillo de tipificar: se trata de diecisiete ensayos, escritos entre 2014 y 2018, que aparecieron publicados «aquí y allá», en revistas literarias estadounidenses, en periódicos polacos, suizos u holandeses y en webs de diversos países. Aborda temas muy diversos, y sin conexión entre artículos, aunque el ámbito general es lo cultural y sus transformaciones en la sociedad contemporánea.

Este origen diverso no resta en cambio interés a un libro en el que su pensamiento reflexivo y crítico nos llega en forma de descargas, gracias a una prosa ágil y mordaz. Ironía y lápices afilados tiene de sobra Ugrešic para retratar el mundo que le rodea: «Un tipo con cazadora de cuero, si además llevaba una cadena de oro alrededor del cuello, figuraba, por lo general, entre los individuos más deseados para el apareamiento». Pero es que la escritora lo mismo nos engatusa contándonos lo poco que le importan los sueños, la estigmatización de los gordos o cuánto le cabrea ese cliché de que las mejores novelas las escribe la vida. No hay pausa: tan pronto cita a Leonard Cohen como hace crítica literaria de series de Netflix. O explica la escritura ‘masculina’ a partir de cómo se contó el deterioro físico de Renée Zellweger.

Por su interés social destaca La Europa invisible, donde la autora rastrea la identidad europea a través de varios personajes desplazados: un médico serbio o una limpiadora búlgara en Ámsterdam, o un holandés en Zagreb son el punto de partida para llegar a George Steiner. En lo puramente literario, nos quedamos con Por qué nos gustan las películas de simios, un combinado de columnismo y mala leche, mezclado, no agitado.

—Javier Menéndez Llamazares, Diario Montañés.