Han coincidido recientemente en los escaparates de las librerías tres cómics con una vibración creativa muy particular: “Los grandes espacios” de Catherine Meurisse, “Medea a la deriva” de Fermín Solís y “La isla” de Mayte Alvarado. De alguna manera, todos ellos parecen tener algo parecido a un temblor literario muy evidente y, a la vez, ninguno de ellos renuncia a la forma de expresión pura y exclusiva de los tebeos. ¿Qué pasa aquí?
No temas, lector, esto no es otro texto más elucubrando sobre la dichosa identidad de la novela gráfica ni otro intento trapacero de prestigiar los tebeos por la vía de la comparación con la literatura (como si esta fuera una forma de arte, ejem, superior). No, sencillamente es un croquis sobre las peculiares y distintas correspondencias librescas entre tres cómics actuales con algunos de sus compañeros de estantería.
No hace falta ser un lince, por ejemplo, para darse cuenta de que Los Grandes Espacios (2018; Impedimenta, 2021) de la francesa Catherine Meurisse (Niort, 1980) es un tebeo de intenso perfume proustiano. La propia autora cita y reconoce este aroma a Marcel Proust en varias viñetas. Claro que también menciona a Diderot, Zola, Rabelais, Loti, Baudelaire, Racine, Montaigne, Saint-Simon… Con semejante sobrecarga de referencialidad letraherida, “Los grandes espacios” podría caminar arrastrando los pies, frunciendo el ceño, mesándose la barbilla. Sin embargo, sucede todo lo contrario. Posee este tebeo un vuelo grácil que es muy único del lenguaje de cómic y que, al final, es el que le hace elevarse a gran altura. El dibujo de Catherine Meurisse aún conserva el desenfado caricaturesco (también la intención) de sus años en plantilla de ‘Charlie Hebdo’. Por eso, todo el pensamiento, todo el arte y toda la cultura francesa (incluso la conciencia política) revolotean alegremente en las viñetas de esta colección de impresiones sobre el paraíso perdido de la infancia en el campo. Meurisse nunca abarata ninguna idea tomada, ojo. Simplemente, las engasta en el tono y la textura de autoficción sobre los años de formación de identidad y educación sensorial-sentimental de su cómic. Y así, la literatura en “Los grandes espacios” se manifiesta en el mismo hecho de ser tan natural y libremente aprehendida: es un elemento más que siempre ha formado parte de la vida de su autora.
Los Grandes Espacios: Catherine Meurisse y lo proustiano.