Cuando una pareja se traslada a una zona remota de Japón, en un paraje rural, no se imagina que, por un azar, está a punto de descubrir un acceso a una dimensión desconocida. Casas asoladas por plagas de comadrejas. Niños fantasma. Pasillos que nos transportan «al otro lado», como si Alicia reviviera en el Japón de la tecnología punta. Esta novela, compuesta de tres partes y ganadora del prestigioso Premio Akutagawa, reflexiona sobre la idea de que el entorno que nos rodea puede anticipar nuestras emociones y hasta nuestro destino. Una novela llena de fantasía de una joven escritora que plantea en juego inquietante.