El solitario Manfred Baumann se pasa todas las tardes bebiendo mientras alimenta su tóxica obsesión por la camarera Adèle Bedeau. Cuando ella desaparece, se convierte en el principal sospechoso del detective Gorski, cuya infatigable búsqueda de la verdad se convierte en un c mulo de infortunios tanto para el cazador como para el cazado.
—C. G., La Razón