Son los libros favoritos de nuestra vida, novelas actuales o clásicos atemporales de los que puedes disfrutar en las largas tardes de primavera, entre trenes y aviones (cuando se pueda), durante un buen insomnio…
En Esquire siempre andamos a la caza de los mejores libros del momento (la lista de 2021 está que arde). Pero hay momentos en los que el cuerpo no pide novedad sino calidad refutada, ya sea para gozarlo uno mismo o pensando en un regalo que sea un acierto seguro. Para eso hemos creado este espacio mágico con los libros que deberías haber pedido por tu cumpleaños este año (oye, lo mismo estás a tiempo)… Si no lo has hecho, regálatelos porque sí, y disfruta de ellos en esos días en los que solo apetece quedarse en casa con planes de sofá y manta, en esas eternas sobremesas semiconfinadas, en tu combate diario contra el insomnio… No vamos a volver a darte la brasa con lo bueno que es leer, lo placentero que resulta y el sinfín de beneficios que acompaña a esta actividad. Ya nos explayamos a nuestro antojo en su momento. Para adquirir todos esos beneficios de la forma más grata posible, pasamos a enumerarte una lista de libros que, en nuestra opinión, son esenciales además de amenos y estimulantes. Cuando alguien nos menciona alguno de estos títulos o autores, su atractivo se triplica, no lo podemos evitar. Así que ya sabes, para pasártelo bien, crecer en intelecto y ser aún más sexy, hazte con estos libros (y luego léetelos, que si no no vale).
10. Una libertad luminosa (2019) de T. C. Boyle
Nadie relata como Boyle los fraudes históricos y los engaños en masa de la norteamérica del siglo XX. Ha escrito sobre el inventor de los cereales Kellogg’s, sobre los hippies del rancho Morning Star o los terranautas de la Biosfera 2. Una y otra vez, aporta su ojo escéptico a las historias de líderes carismáticos que cambiaron la vida de miles de personas y les inculcaron sus manías. Boyle es un maestro uniendo realidad y ficción. En Una libertad luminosa, que acaba de publicarse en España, el estudiante de psicología Fitzhugh Loney y su esposa Joanie acuden a una fiesta que da Timothy Leary, un personaje muy real: el psicólogo y entusiasta de las drogas psicodélicas que llegó incluso a fundar su propia religión, que pasó por la cárcel y que vivió en medio mundo huyendo de la justicia. Boyle profundiza en esa época convulsa, idealista y un poco infantil en la historia de los Estados Unidos que fueron los años sesenta. Me encanta esta novela, me fascina la portada, me perturba Leary, y me subyuga Boyle. Me he reído, indignado, preocupado y un poco hasta asustado con esta obra.
—Rosa Martí, Gonzalo Cordero y Rafael Galán; Esquire