Editorial Impedimenta acaba de publicar un clásico de culto inédito en español. Matemos al tío, de Rohan O’Grady (seudónimo de la autora canadiense June Skinner) es una historia de venganza que te marcará por cada página que frecuentes. Un niño huérfano contra su terrible tío y todo lo que eso conlleva. Una historia definida como “una lectura deliciosamente perversa”, “ingeniosa”, o “oscura y mortalmente ingeniosa”.
Un novela de apenas trescientas páginas que se devora de un tirón. Atractiva combinación de picardía y amenaza por parte de unos niños curiosos y malvados. La premisa es simple y ya expuesta: Dos niños de 10 años, Barnaby, un niño huérfano, y Christie, una chica autocontenida, rara y hosca como ella sola. Ambos viven una vida dulce a principios de verano en una remota isla frente en la costa del Pacífico frente a Canadá. Con una excepción. Barnaby quiere ser asesinado por su tío. Es heredero de una inmensa fortuna y el hambre aprieta. Christie ha hecho llegar a su amigo Barnaby, a una terrible conclusión: «Tienes que matar antes de que te maten. 10 millones dólares de herencia no es una excusa para que te quieran quitar de enmedio…».
Un juego. Un juego de moral invertida. Matemos al tío me trajo el “dulce” recuerdo de una hipotética versión canadiense de la diabólica “El Señor de las Moscas”.
Matemos al tío, de Rohan O’Grady, fue publicada en 1963 y ahora (hemos tardado, eh) se publica por primera vez de la mano de Editorial Impedimenta. Editorial que valoro muy mucho por las joyitas que aporta y las ediciones tan chulas que edita.
Barnaby y Christie pasan sus días en el cementerio. Saben que el tío de Barnaby es un personaje miserable, quién si no tendría como autor favorito al Marqués de Sade… Ella, la niña, sigue ofreciendo una pragmática solución: “Tendremos que matarlo primero.”
El desarrollo póstumo es de lo más genial. La búsqueda de armas de fuego, métodos y estrategias para salirse con la suya. Matemos al tío, puede considerarse de algún modo una historia sobrenatural o incluso de género negro. El tío de Barnaby no es un cualquiera: tiene poderes extrasensoriales. Hipnotismo. Sin embargo, los niños encuentran un aliado en un puma salvaje llamado Una Oreja, un animal atormentado por los lugareños que va a aportar más de una situación curiosa.
Una aventura alegremente retorcida. Una historia digna de una película de Tim Burton. Una joyita ya en nuestras librerías. Y para colmo, una portada realizada por el maestro de lo macabro, el ilustrador mundialmente conocido, Edward Gorey.
Nada aquí tiene desperdicio.
Por Juan José Castillo