Aunque si hay un paradigma del detective, ese es sin duda Nick Carter. La creación de Ormond G. Smith y John R. Coryell nació en las páginas de la prensa americana a finales del siglo XIX para ir creciendo hasta convertirse en protagonista absoluto de las revistas pulp que inundaban los quioscos yanquis en los años 20 y 30. Arquetipo y canon del investigador privado, Carter pasó por la literatura, el cine, la radio y los cómics hasta ser fagocitado por otros iconos de la cultura popular, pero el gran David B lo recupera para convertirlo en auténtico motivador de la creación artística del siglo XX. En Nick Carter y André Bretón, una pesquisa surrealista (Editorial Impedimenta, traducción de Rubén Martín), el creador de Epiléptico imagina un imposible encuentro entre el personaje de ficción y el impulsor del movimiento surrealista, que se traduce en una larga indagación a través de todas las corrientes artísticas de las primeras décadas del siglo. A modo de gigantes viñetas, la investigación de Carter se presenta como un seguido de potentes evocaciones simbólicas de la búsqueda del sentido del surrealismo que ha perdido Breton. Un juego perfecto para que la ironía se alíe con la potencia visual lanzando agudas reflexiones sobre el arte y sus conexiones con la cultura popular a través de las siempre impactantes metáforas visuales que plantea David B. Absolutamente apasionante.
—Álvaro Pons, Levante