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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Andaluxploitation – «Malaventura», de Fernando Navarro – Diario Montañés

Relatos. El crítico musical Fernando Navarro da el salto a la narrativa con Malaventura y sus cuentos sureños con alma de western

¿Es posible que todavía queden territorios por explorar? Cuesta mucho creerlo, hasta que aparece alguien capaz de trocar los forajidos del oeste por salteadores de caminos, a los indios por serranos y cambiar el blues por el flamenco, y nos descubre todo un filón, una mina de oro que casi podríamos llamar andaluxploitation. Una suerte de Romancero gitano, pero tamizado por Tarantino y Sergio Leone.

A pesar de la coincidencia en título con la película de Manuel Gutiérrez Aragón, Malaventura es realidad el estreno en la narrativa de Fernando Navarro (Granada, 1980), periodista especializado en música –para su presentación en Santander, el 7 de abril, estará acompañado del rockero Quique González– y cine. Aunque menos conocida, su labor como guionista también ha sido más que notable: Verónica, Orígenes y secretos, Cosmética del enemigo o Bajocero han recibido el reconocimiento de la crítica y los espectadores, especialmente en las nuevas plataformas audiovisuales.

Avalado por toda una constelación literaria –de Martínez de Pisón a Jon Bilbao– y cinematográfica –de David Trueba a Borja Cobeaga–, su primer libro es la gran apuesta de la temporada de Impedimenta, uno de los sellos más carismáticos del libro independiente en nuestro país, que promete echar el resto en el lanzamiento que esta ópera prima que, sin embargo, tiene hechuras de obra madura, y un curioso exotismo que a buen seguro llamará la atención en un panorama narrativo demasiado dominado por los tediosos géneros de moda.

Y es que Malaventura no, no es un thriller rural, aunque se ambiente en una Andalucía profunda, y haya sangre y tiros raudales. Ni es una novela histórica, pese a su datación algo imprecisa y la voluntad indudable de recrear con precisión un tiempo épico y de algún modo fronterizo; de hecho, ni siquiera es una novela, a pesar de que la promoción insista machaconamente en ello. Es verdad que existe una cierta unidad temática, y que los textos comparten el mismo marco temporal y geográfico, además de una atmósfera común, pero, o mucho se han difuminado las fronteras entre géneros a cuenta de la literatura fragmentaria, o las colecciones de cuentos siguen siendo relatos breves. En cualquier caso, poco importan esas disquisiciones, a no ser que supongan un serio argumento a la hora de adquirir o no un ejemplar. Si eso a usted, querido lector o lectora, le hace dudar, no se preocupe: el libro le va a gustar. Seguro.

—Javier Menéndez Llamazares, Diario Montañés