- Una colección de relatos de Fernando Navarro con personajes que hacen de Andalucía una tierra dura, violenta y trágica
John Ford hizo del wéstern un género protagonizado por héroes homéricos. En su Trilogía de la caballería encontramos personajes capaces de representar altos ideales en un contexto de violencia. Sergio Leone, con su Trilogía del dólar, ensució a aquellos hombres, los humanizó y marcó los claroscuros de su personalidad.
Ahora, la editorial Impedimenta publica Malaventura, una colección de relatos firmada por Fernando Navarro que podría cerrar una trilogía literaria que comenzó con A lo lejos (Hernán Díaz) y siguió con Basilisco (Jon Bilbao). Una revisión del wéstern que opta por la deshumanización de los protagonistas.
Escondido tras la barra está el cuerpo del dueño de la tasca. Tuvo la mala suerte de estar ahí
Fernando Navarro, Malaventura
Por las páginas del libro pasan multitud de personajes que se enmarcan en una Andalucía atemporal. Narraciones breves que no guardan relación entre sí, pero que consiguen crear un clima común en el que se perpetúa la desigualdad, la crueldad y la muerte.
Malaventura, como ocurre con Basilisco, no es solo un wéstern. Aunque pistoleros y forajidos protagonizan buena parte de los textos, Fernando Navarro también incluye relatos que se adentran en lo sobrenatural, el costumbrismo o el tremendismo. Los géneros se mezclan en mayor y menor medida y podemos destacar aquí The Night They Drove Old Dixie Down, un último capítulo que sirve de homenaje al desierto de Tabernas y sus spaghetti western.
Sin bondad
Decíamos que la trilogía vaquera de Impedimenta se caracteriza por la deshumanización de sus protagonistas. En A lo lejos, Hernán Díaz nos cuenta la historia de Hakan, un niño que emigra a Estados Unidos, donde pasará su vida ajeno a la sociedad, convertido prácticamente en una bestia que llega a sorprenderse de su imagen frente a un espejo.
Tembló nada más verme al otro lado de la puerta. Primero le disparé en la pierna derecha
Fernando Navarro, Malaventura
La falta de humanidad de los personajes de Malaventura se evidencia en su maldad. Los textos que cuentan con los rasgos del wéstern más marcados nos presentan a hombres viles con un pasado oscuro y sin dobleces. Matan y se esfuman, depredadores más que humanos.
A pesar de su larga historia, el wéstern no está acabado y propuestas tan interesantes y acertadas como Malaventura, A lo lejos o Basilisco demuestran que sigue siendo posible la revisión y renovación del género. Quienes prefieran a los clásicos siempre podrán acudir a la colección Frontera de la editorial Valdemar.
—Pablo Casado Muriel, El Debate