Un cómic muy divertido sobre amistades y suspicacias entre pintores y escritores. De Proust a Picasso y Kiki de Montparnasse. Lo leerás de un suspiro.
La ilustradora Catherine Meurisse (31 años), se convirtió hace menos de dos años en la primera historietista aceptada en la Academia de Bellas Artes de Francia, dentro de la Real Academia de Pintura y Escultura. La mañana del atentado en la redacción de Charlie Hebdo, donde murieron tiroteadas doce personas, ella tenía que haber estado allí pero se quedó dormida. Cuenta su trauma, que le bloqueó durante una temporada, en el fantástico cómic La levedad.
Debutó en 2008 con La Comedia Literaria, una divertida visión de la historia de la literatura francesa, ideal para los amantes de la literatura que no se la toman demasiado en serio. Como este nuevo libro, El puente de las artes, recomendable si eres amante de los chismes del mundo del arte, contados con tanta ironía que algunos artistas y escritores quedan caricaturizados hasta el ridículo.
Meurisse cuenta historias biográficas con un punto de vista muy particular, lejos de tonos académicos o laudatorios, donde retrata a personajes como Zola, Delacroix, Vermeer, Picasso, Duchamp, Manet o Proust desde su lado más cotidiano, totalmente opuesto a lecturas intelectuales.
¿ROBÓ PICASSO LA GIOCONDA?
Así, conocemos la historia del Salón de los Rechazados, donde expusieron por primera vez los impresionistas que fueron expulsados del Salón oficial donde exponían los pintores franceses, las disputas entre Delacroix e Ingres, la obsesión de Marcel Proust con las pinturas de Vermeer, o la leyenda de cómo Apollinaire y Picasso se vieron envueltos como sospechosos en el robo de la Gioconda del Louvre.
El puente de las artes
Todo contado de manera ligera, sin pesadeces trascendentales, a partir de sustanciosas anécdotas que Meurisse adorna con detalles muy divertido. Así, este cómic es una mezcla de biografía, ensayo y humor, donde la autora se ríe de la modernidad y la seriedad con la que muchas veces se interpreta a artistas y escritores.
Nota para lectores: ni mucho menos es necesario tener conocimientos de arte o literatura para disfrutar del libro. Más bien El puente de las artes sirve para descubrir sin pedanterías la mundana conexión entre artistas, cuyos actos más catastróficos han pasado muchas veces a la historia sin quererlo.
—César Suárez, Telva