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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Amor por la enseñanza teatral y por Shakespeare – «La escuela de Freddie», de Penelope Fitzgerald – La Opinión de Málaga

Entre las memorables y elegantes novelas de Penelope Fitzgerald destaca ‘La escuela de Freddie’, una mas de las editadas con acierto por la editorial Impedimenta

Penelope Fitzgerald fue una escritora tardía, pues no publicó su primera novela hasta los 58 años, pero los siguientes veinticinco años, hasta su muerte en el 2000, le permitieron destapar su enorme talento literario y aportar a la historia de la literatura novelas asombrosas y memorables; unas de corte biográfico como ‘A la deriva, ‘La librería’ o ‘Voces humanas’ y otras con elementos históricos en su trama como ‘La flor azul’, una obra maestra en torno a la figura del poeta Novalis; ‘El inicio de la primavera’ o ‘La puerta de los ángeles’. Para sus primeras novelas se valió de sus propias experiencias personales y así de sus años de juventud en una barcaza en el Támesis, nació ‘A la deriva’; de su temporada en la BBC durante la segunda guerra mundial, ‘Voces humanas’ o de las vicisitudes cuando quiso regentar una librería, surgió ‘La librería’.

Es también el caso de ‘La escuela de Freddie’, que acaba de publicar, como viene haciendo con otros relatos de Fitzgerald, la editorial Impedimenta.

‘La escuela de Freddie’ se alimenta de los años que Fitzgerald trabajó en una escuela de teatro para niños de Londres.

Bajo la leyenda de que Shakespeare detestaba a los niños (vio morir a uno de sus mellizos con 11 años) y que por ello escribía papeles complejos y de difícil interpretación para ellos, en Londres abría sus puertas en la década de los sesenta la Escuela de Actores Temple, dedicada a la formación de jóvenes actores que lucieran en la interpretación de las comedias o los dramas del gran autor.

La escuela está regida con mano firme por Freddie, una mujer curtida en los entresijos del teatro y en las dificultades. Llevaba ya cuarenta años de formación de actores en la tradición shakesperiana, pero la escuela se encontraba en un estado decrépito y próximo a la indigencia. Nada de eso apartaba a Freddie de su tarea. No le preocupaba el dinero ni las deudas, se las había arreglado así durante años. Como directora su tarea era descubrir quien tiene lo que ella quería y pedirle que se lo entregara a su escuela.

Entretejidas en esta novela hay otras historias. Freddie está contratando personal nuevo para enseñar a los niños pues la ley exige que, junto a la enseñanza teatral, se les de también educación ordinaria. Aquí aparecen la señorita Hannah Graves y el joven Pierce Carroll. Hannah ama el teatro, aunque no desea ser actriz, pero quiere imbuirse de él. Carroll, mientras tanto, no tiene cualificación para enseñar en absoluto, pero es un tipo práctico y a Freddie le gusta y más cuando se enamora de la chica que tiene dudas.

También seguimos las carreras y las ocurrencias de dos de sus jóvenes actores: Mattie y Jonathan. Mattie interpreta al príncipe Arturo en El rey Juan de Shakespeare, frente a un protagonista quisquilloso y un actor mayor experimentado (y borracho). Jonathan, un par de años más joven, es amigo de Mattie y lo reemplazará como príncipe Arturo cuando termine su período.

Mas allá de recrear ese mundo peculiar del teatro y las extravagancias de sus personajes, incluso aunque sean niños, Fitzgerald se preocupa principalmente por recrear un mundo bastante peculiar, la novela tiene como especial hilo narrativo el peligroso estado de las finanzas de la escuela y el deterioro del establecimiento. Los alumnos deben andar con cuidado por los pisos hundidos y las áreas en mal estado para evitar accidentes desagradables. Durante años, Freddie ha utilizado su considerable poder e influencia en la comunidad teatral para mantener el establecimiento en marcha, procurando recursos aquí y allá para mantener el negocio.

Además, saber mantener a raya y evitar a sus acreedores y cuando ve en peligro su negocio ante el anuncio del Estado de crear una Escuela Nacional de Teatro Joven, sabe movilizar a sus adeptos para hacer fracasar el proyecto.

—Javier García Recio, 19 de junio de 2022