Con «Un padre extranjero», Berti pensaba que había cerrado un capítulo respecto a la identidad paterna, cuando unos documentos inesperados despiertan dudas y abren una nueva investigación que le lleva a Rumanía, a la ciudad de Galati donde nació el padre y de donde se marchó en los 40, durante la Segunda Guerra Mundial, en aquellos años de huidas y exilios, aún más difíciles para quienes eran de origen judío. El autor busca testigos, lugares y documentos, y lo fotografía todo en un empeño de dejarlo claro y zanjado, las huellas, los recuerdos. Berti ve de cerca «la raíz del silencio de mi padre» y da respuesta a muchos porqués. Este libro es la historia de una investigación familiar en la que tirando de un hilo surgen otros muchos y el poder evocador de la memoria nos acerca la figura del padre y toda una época.
▲ Lo mejor El conmovedor recorrido de un hijo que necesita saber quién era su padre
▼ Lo peor Poco que decir; además, las numerosas fotos alimentan el tono nostálgico de la obra
—Sagrario Fernández Prieto