Macrae Burnet consigue dejarte sin aliento y sumirte en ratos de lectura en los que no sabes si han pasado minutos, horas o días.
Un argumento corriente convertido en obra maestra
Graeme Macrae Burnet no es un desconocido por estos lares, acogimos con atención su anterior novela, “La desaparición de Adele Bedeau”, un relato psicológico donde lo más importante estaba en la tortuosa mente del protagonista y el relato se va construyendo a través de sus inseguridades. Cuando llegó “Caso clínico” sabía que iba a convertirse en una de esas novelas absorbentes cuya lectura puede ralentizarse en el disfrute o durar una sola tarde.
En “Caso clínico”, Macrae Burnet recibe unas carpetas con la historia en primera persona de Rebecca Smyth (nombre no real), sospecha que su perfecta hermana se ha suicidado motivada por las consultas a Collins Braithwaite, un prestigioso y a la vez denostado terapeuta que alcanzó mucha fama en el Londres de los años 60, siendo cotizado por estrellas de Hollywood mientras el resto de la profesión clamaba sus desmanes. Así, esta mujer decide asumir la identidad de Rebecca Smyth, con y griega, para desenmascarar al psicólogo de tres al cuarto y comprender por qué su hermana, la estudiosa, inteligente, guapa y preferida de su padre, se tiró desde un paso elevado y acabó con su vida.
Por el otro lado, conocemos el pasado de Collins Braithwaite, que abandonó su gris pueblo en el norte del Reino Unido para vivir el Londres de la libertad sesentera. Después de estudiar en Oxford, pelearse con toda la vida universitaria y beberse hasta la última gota de sus amistades, decide abrir una consulta en Londres y escribir un libro, “Mata a tu Yo”, que se convierte en un éxito en los círculos más irreverentes. A partir de ahí se forja una carrera que está destinada a acabar como el rosario de la aurora debido a las adicciones y a las falsas terapias que imparte.
Como si fuera un paseo por una enciclopedia amplia, conocemos toda la vida de Collins a la par de la búsqueda de Rebecca, conectándose desde la primera consulta y entretejiendo sus acciones mucho más de lo que el lector podría esperar.
Dos personajes destinados al triunfo literario
En mi opinión, la mayor fuerza que tiene Macrae Burnet es su increíble captación de la psique de sus personajes. Tanto en “La desaparición de Adele Bedeau”, con un Manfred Bauman espectacular y exquisitamente atrayente, aquí se la juega al par y nos ofrece un Collins Braithwaite del que, por sus antecedentes ya sabemos que va a ser querido por el lector pero consigue llevarnos más allá en sus travesura. Pero sin duda, el descubrimiento es Rebecca Smyth, una mujer anodina, secretaria de una empresa teatral de cuarta división y con una vida aburrida, sedentaria y casta que, a priori no debiera ofrecer tanto como hace, porque se come el relato en todos los aspectos.
Rebecca al principio no deja de ser un estereotipo de joven carroza bastante odiable, pero según avanzan las páginas y la curiosidad de la misma por conocer el destino de Verónica y desenmascarar a Collins, convirtiéndose en Rebecca Smyth, una mujer moderna y deslenguada, descubrimos que su personaje es el verdaderamente importante y donde Macrae Burnet dio en el clavo. Su personalidad va transformándose hasta convertirse en un ente díptico, en el que no sabemos si es la mujer o su alter ego Rebecca quien nos habla, puesto que se van fundiendo una con otra en una especie de grito de socorro que nos viene dado por la envidia siempre presente hacia la perfecta hermana muerta.
Se trata de una novela de personajes y Macrae Burnet es un maestro creándolos. Collins Braithwaite me ha llegado a provocar tantas emociones negativas que incluso creí que iba a necesitar una escupidera cada vez que me llegaban sus capítulos; magistral definición psíquica y física de un odioso terapeuta. Y Rebecca, ¿qué decir?, que incluso provoca lágrimas de compasión cuando su doppelgänger consigue hacerse con el control de su aburridísima vida.
Además, todo ello lo filtra de un humor exquisito que no sobresale ni molesta en el relato porque, sobre todo en las partes del relato en primera persona de Rebecca, podemos sentirnos identificados en nuestra torpeza o en ciertos pensamientos que se le pasan por la mente. Y si no, hemos visto tantas películas con mujeres solteras que actúan así, que casi forma parte de nuestra propia experiencia.
Graeme Macrae Burnet: un autor para apuntar en tu lista de pendientes
Es escocés, nacido en Kilmarnock en 1967. Su primer libro, éxito y ganador del New Writer’s Award de Scottish Book Trust, fue “La desaparición de Adele Bedeau”, publicado en 2013 en inglés y por la editorial Impedimenta en 2021 en español; su continuación, “The Accident on the A35”, de 2017, aún no ha sido publicada en España. En 2015 salió a la luz “Un plan sangriento”, que ya consagró al autor al serle concedidos los Saltire Society Fiction Book of the Year, el Vrij Nederland Thriller of the Year y haber sido traducido a 20 idiomas. “Caso clínico” es su cuarta novela.
—Natalia Calvo Torel, FantasyMundo, 16 de agosto de 2022