Érase una vez… Todo el mundo conoce este inicio (con las varizaciones propias de cada lengua). En esta frase se reconoce una forma de narración que nos lleva al cuento, a la fábula. Y nos prepara para leer algo fuera de lo común.
Un maestro de este formato de la literatura fue el polaco Stanislaw Lem (1921-2006), quien lo cultivo en muchos de sus libros y, fundamentalmente en el que tituló Fábulas de robots. Escrito en 1968, recopila una serie de narraciones breves que no son sino cuentos con moraleja, unas veces hilarantes, otras veces sombríos, en los que el hombre es el verdadero monstruo: enemigo de cada robot que puebla el universo, de rasgos físicos aterradores y con una fatal y peligrosa tendencia al crimen. Una fantasía cósmica de altos vuelos en donde ya encontramos personajes que se desarrollarán en la inmortal Ciberiada.
Una colección de mitos y leyendas cibernéticas, que fluctúan de lo profético a lo surrealista, de lo filosófico a lo humorístico, un universo poblado por máquinas pensantes creadas en tiempos remotos por el hombre. Y, como es firma del autor, poblado de humor, sarcasmo e ironía, claves que utilizó para tratar de desentrañar la esencia del ser
humano y de su comportamiento. En suma: mira a un robot, estudia su comportamiento y analiza su historia para conocerte mejor a ti mismo.
—Periódico Publicidad, 14 de septiembre de 2022