Fiel a su estilo de priorizar y cuidar hasta el último detalle, la editorial Impedimenta rescata del olvido una obra maestra de la literatura inglesa: Lo que dijo Harriett, una novela que a pesar de escribirse en 1960, tardó 12 años en ver la luz debido a la molesta e incómoda temática que aborda.
La opera prima de la escritora Beryl Bainbridge narra el pérfido plan urdido por dos adolescentes para seducir a un vecino del pueblo de la costa donde pasan sus vacaciones, Fromby, y llevarlo a la debacle moral y humana.
Más concretamente, Harriett, es la mente maquiavélica y pensante del dúo, una joven de 14 años, sin ningún atisbo de piedad, acostumbrada a persuadir a todo aquel que se le ponga por delante; tal es su poder para embaucar –independientemente de sexo, edad y condición– que siempre consigue que se dobleguen ante ella o caigan rendidos a sus pies.
Alineada con ella se sitúa la narradora de esta ficción, una chica de 13 años de la que en ningún momento sabemos su nombre, simplemente que es su «fiel escudera», al punto de llegar a idolatrarla y no ver, en ningún momento, la maldad que hay en todas sus ideas. tal es su confianza ciega que en un ningún momento adivina que todo lo que ha concebido su pérfida amiga, inclusive el enamoramiento que llega a sentir por el señor biggs, es fruto de sus maquinaciones; las triquiñuelas de alguien que sólo encuentra divertimento haciendo el mal y engañando a los que la rodean, empezando por sus propios padres o la familia de su mejor amiga.
Aunque su imagen exterior es la de dos angelicales e ingenuas jovencitas que se dedican a probar nuevas experiencias y descubrir el mundo que tienen a su alcance, la realidad es que, sin llegar a los tres lustros de vida, son capaces de los actos más crueles urdidos a través de la obsesión que las une y que va mucho más allá de una amistad. Mantiene una relación enfermiza en la que Harriett atesora la supremacía, disfruta haciendo sufrir a su amiga, imponiendo siempre sus opiniones, y responsabilizándola de sus ataques de ira y furia.
El principal escollo que encontró Bainbridge para publicar Lo que dijo Harriett se encuentra precisamente en las reacciones que provocó y vuelve a día de hoy a provocar su personaje principal, esa muchacha que encarna las peores cualidades que puede poseer un ser humano: es mentirosa compulsiva, manipuladora impertérrita, cruel sin medida y responsable última del descenso a los infiernos de un respetable señor en el ocaso de su vida. No es una exageración calificar de repulsiva a Harriett, pues su permanente actitud de desafío y reto, amén de su malévolo y ya comentado comportamiento, llegan a provocar la irritación del lector. por tanto, no se exagera al afirmar que faltan adjetivos negativos para calificarla en el diccionario, eso sí es una obra en la no existe margen para la indiferencia.
Por Ángela Belmar Talón.