Septiembre desdibujará rápido aquello que fuimos en verano, de modo que espero que hayan aprovechado la sinfonía de colores. Por mi parte, además de trabajar y tener la suerte de tomar un poco el sol, leí un libro interesante: La chica que vive al final del camino. Lo escribió Laird Koenig y fue publicado en 1974, aunque ahora acaba de recuperarlo la editorial Impedimenta. Lo han calificado de “terror gótico americano”. Una chica joven —una niña, en realidad— vive sola en la última casa al final de un camino en un pueblecito. Se supone que reside con su padre, pero nadie lo ve nunca. Y el caso es que la muchacha es discreta, educada y no molesta, pero el que más y el que menos también tiene curiosidad; algunos con motivos más honestos que otros, todo hay que decirlo, pero al final los vecinos se van aproximando a la chica. Sobre lo que pasa después la pobre no tiene culpa, conste: ¿por qué van a tocarle las narices? —María Oruña, Faro de Vigo
Revolución, La chica que vive al final del camino – Faro de Vigo – 3 de septiembre de 2023