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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

Una ciudad hecha de brumas – La Lectura (El Mundo) – 27 de octubre de 2023

Con prosa oscura y poética, Valentina Scerbani narra en este debut una onírica historia de pérdida y crecimiento

«Era un sueño verdadero; a veces incluso la realidad es más ilusoria, más pálida. Había soñado con ella de todas las formas posibles, incluso muerta», confiesa Ileana, la protagonista de La ciudad prometida, debut de Valentina Scerbani (Chisináu, 1988). Suspendida entre el sueño y la realidad, la joven Ileana no cesa en su empeño de volver a ver a su madre, gravemente enferma, mientras (mal)vive con sus tías en una pequeña población del noroeste de Moldavia: «El mundo exterior era para nosotras un paraíso perdido. No hay nada más humillante que el espectáculo de la desesperación, habría dicho mi madre».

En una atmósfera asfixiante, dominada por el imponente paisaje de la aldea de Toltre y una lluvia que no amaina, Ileana se ve arrastrada a una convivencia con sus violentas tías cuyo comportamiento rebosa rudeza y misoginia: «Dedicaban discursos interminables a otras mujeres. Estaban poseídas por un odio visceral». Ileana, que camina en trance por ese universo frío y hostil, poco a poco se va alegrando de que su madre no esté expuesta a semejante horror y espera poder ir con ella a la ciudad prometida.

Mientras aguarda el traspaso a otro mundo, su entorno «apesta a comunismo y a soledad». Scerbani busca reflexionar no sólo sobre la pérdida humana, sino también sobre la pérdida de una realidad histórica, reflejar «una ciudad con un pasado comunista que deja huella a través del trauma social». Entre la presencia ausente de la madre y del comunismo, Ileana «archiva» los malos recuerdos y el dolor, en un ámbito onírico al que llama Archivarium. Sin embargo, no es suficiente: «El tiempo no se respetaba a sí mismo ni respetaba a quienes lo rodeaban. Los caracoles murieron de vejez prematura, yo envejecí a pesar de ser una niña. Los gestos y el comportamiento de mis tías contenían una verdad. Una verdad que yo, con aquella edad, aplazaba».

La ciudad prometida es una novela de atmósfera que descansa sobre un lenguaje misterioso y poético, ya que según Scerbani, «la poesía es la primera forma de contar la historia. Tiene melodía y ritmo, es decir, tiene corazón». Influida por autores como Borges o Herta Müller, despliega, a partir de los sueños de la protagonista y unos escasos destellos de realidad, una historia desgarradora de pérdida y crecimiento, marcada por la constante súplica de Ileana a su madre: «Te ruego que me busques».

—Patricia Pizarroso, La Lectura (El Mundo), 2023