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Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial Cultural 2008 (Grupo Contexto)

La musa oscura: insensatez y vileza humana

«Lo que realmente hace que desprenda magia La musa oscura es el planteamiento de su narración: impactante, directa, casi insensata de tanta vileza humana excelentemente dirigida».

No, no puedo quedarme así. Esto será una espera sin fin. Yo, que sentí esa conexión especial en cuanto lo vi, esa certeza sobre lo absoluto del deslumbramiento que sería su lectura. Y al final… o más bien, el final… Esto va a ser una tortura y cuánto siento no poder decir el porqué, porque lo que quiero es que no os perdáis una de las últimas publicaciones de la editorial de cabecera que cualquier lector insaciable debería tener. La musa oscura hace honor a su propio título sugerente y sonoro. Es una novela cargada de expectación y giros desmesurados e inteligentes, todo al servicio de hojas y ojos que vuelan por saber más y que lo sabrán, anque todo será poco. Armin Öhri es un descubrimiento europeo que no debemos perder de vista y al que os aseguro tendré muy presente hasta su siguiente publicación.

Julius Bentheim es el protagonista de esta historia detestivesca enmarcada a finales del siglo XIX en Berlín. Es un joven estudiante de derecho con vocación y talento para el dibujo. Es por ello que colabora con la policía en diferentes casos criminales como mera ayuda a su supervivencia y por lo que acaba colaborando con un caso atípico: una joven aparece apuñalada con un claro asesino confeso, el profesor de filosofía Botho Goltz, arrogante, excéntrico y capaz de llevar la evidencia lógica hasta la postura opuesta, jaqueando a la justicia y haciéndonos dudar desde nuestra posición absoluta si pagará por el crimen comentido. Paralelamente está la historia de amor entre Julius y Filine, desaprobada por el padre de ella y que tanto desaliento causará a la pareja. Con un ambiente decimonónico soberbio, Öhri refleja los aspectos más oscuros y las bajezas más desalentadoras de la condición humana. La empatía ausente, la psicopatía como hilo conductor de una novela cargada en los dos extremos, por un lado el cinismo desprovisto de cualquier atisbo de emoción, y por otro los sentimientos imparables, la lucha por el amor que todo lo puede (o no).

No obstante, lo que realmente hace que desprenda magia La musa oscura es el planteamiento de su narración: impactante, directa, casi insensata de tanta vileza humana excelentemente dirigida. Tan original como la propia maldad que no conoce los límites en sus acciones. A todo esto, estamos en el XIX, y ahí parece que está escrito, pero no os dejéis engañar, hay escritores y traductores sublimes que son capaces de todo, incluso de que el lector lea la palabra FIN como la peor de sus pesadillas.

Mercedes Suero