Para un librero recomendar ‘Los comienzos’, primera parte de la trilogía ‘Juegos de la eternidad’, de Antonio Moresco, es como ponerle un caramelo en la boca y desear que día tras día no desaparezca su dulce sabor. El italiano deja abiertas vías narrativas diversas que el lector decidirá recorrer en casi todos los casos; a su vez, la sensación de estar en una constante escena con fondo de luces pasajeras, anocheceres incontables, un fondo que se difumina una y otra vez, dejándonos en el sueño de un escritor que se sabe poseedor de la mejor arma para crear una novela: la verbalización de lo concreto junto con un dominio del ritmo digno de estar entre los más grandes. Auténtica genialidad.
—Vicente Velasco