La antillana Maryse Condé, a sus 86, sigue produciendo febrilmente. Su editorial en España, Impedimenta, publica Historia de la mujer caníbal: el marido de Rosélie acaba de ser asesinado. Abandonada a su suerte en Ciudad del Cabo, se siente una extranjera en tierra hostil, una sombra dibujada en el rostro de un país cuyas heridas siguen cicatrizando.
—Rosa Ballarín