Por cuarto año consecutivo la historietista francesa Catherine Meurisse (Niort, 1980) se ha quedado a las puertas de ser la ganadora del Grand Prix del Festival de Angoulême. Un reconocimiento que sería el mayor reconocimiento a su trayectoria en el cómic junto al de ser la primera historietista aceptada en la Academia de Bellas Artes de Francia. Una carrera como autora de cómics que desde hace tiempo tiene dos vertientes muy marcadas, aunque su personalidad siempre está presente en primer plano. Por un lado, tenemos sus obras biográficas como La levedad, Los grandes espacios o La joven y el mar, y por el otro, obras de humor en las que nos habla sobre la cultura como La Comedia Literaria o Le pont des arts. En esta segunda categoría habría que situar Humana, demasiado humana, un volumen que recopila las páginas que desde 2017 ha ido publicando en la revista Philosophie Magazine y que ahora Impedimenta –responsable de editar todos los trabajos anteriormente citados en España- acaba de publicar con una edición primorosa al igual que han hecho con el resto de sus trabajos.
Estamos ante un volumen en el que la excepcional autora francesa recorre la historia de la filosofía a través de algunos de los filósofos más representativos para hacer una divertida e irónica crítica de sus ideas más conocidas desde la actualidad con una muy necesaria perspectiva de género, ya que como tantas otras disciplinas siempre ha estado dominada por los hombres que en algunas ocasiones han enunciado ideas terriblemente machistas. Unas idas que son las protagonistas de algunas historias que vemos en este volumen que la autora francesa aprovecha para contestar y desarmar con el humor que le caracteriza. Cada una de las historias tienen una extensión de dos páginas en las que en bastantes ocasiones vemos como la propia Meurisse es una de las protagonistas con la función de confrontar esas ideas desde la visión actual del mundo moderno desarmándolas en algunos casos, ya que el paso del tiempo y los cambios sociales que se han producido ha provocado que algunas se hayan quedado un poco obsoletas y superadas. Pero también sirven de base para hacer una crítica igual de mordaz a la sociedad actual que no ha sabido integrar algunas de esas ideas de los filósofos que siguen siendo vigentes para mejorar nuestro mundo.
Aunque no estamos ante una obra que pretenda ser un manual de filosofía, sí que sirve para poder conocer de forma sencilla algunas de las principales ideas de los grandes filósofos de la historia gracias al mimo y rigor que Meurisse pone en cada uno de sus trabajos que siempre están muy bien documentados. En las más de cuarenta historias cortas que componen la obra podemos ver algunas de las ideas claves del pensamiento de filósofos célebres como Aristóteles, Nietzsche, Platón, Cioran, Rousseau, Voltaire, Hegel, Deleuze, De Beauvoir, Arendt, Marx y un largo etcétera explicadas siempre de una manera accesible y contrapuestas con algún elemento de la actualidad de forma que se les puede dar la vuelta y extraer algunas enseñanzas para afrontar el mundo actual. Pero siempre en clave de un humor irónico y descreído que trata desmitificar en cierta manera esas ideas.
Como es habitual en este tipo de obras el resultado es bastante irregular con unas historias mucho más acertadas que otras, aunque el resultado global es bastante alto y muchas veces es imposible contener la risa. Quizás no brilla tanto con sus obras más autobiográficas, pero estamos ante una lectura de los más estimulante.
Gráficamente estamos ante el estilo caricaturesco que hace años que tiene dominado la autora francesa lo que le posibilita reflejar a los diferentes filósofos de una forma fácilmente reconocible, además de conseguir que sean muy expresivos lo que potencia en sentido del humor. Narrativamente nos encontramos ante la misma gran autora que en otras obras ha demostrado su probada pericia para contarnos cualquier tipo de historia. Sin embargo, al ser historias de una extensión fija y limitada no tiene tanto espacio para lucir, aunque nos encontramos con historias visualmente brillantes como Sísifo feliz, La condición obrera o Q.E.P., por citar algunas de la más conseguidas.
Hace tiempo que Catherine Meurisse ha conseguido algo tan difícil como hacer que lean sus obras gente que no lee cómics de manera habitual. Algo que ha conseguido gracias a la cercanía, el humor y el rigor que podemos ver en cada uno de sus trabajos. Humana, demasiado humana no es su cómic mejor cómic, pero hará las delicias tanto de los que disfrutamos de su sentido del humor como de quienes busquen una aproximación desmitificadora de la filosofía.
—Diego García Rouco